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Reportaje:

"Lo fumo todo por si es la última vez"

Carmen Werner actúa en Vigo tras recibir el premio Nacional de Danza

No pudieron imaginar una clausura mejor para el Festival Catropezas los miembros del Teatro Ensalle. En la sala viguesa tuvo lugar ayer la primera de las tres funciones con las que Provisional Danza cierra la segunda edición del festival. La expectación alrededor de su directora ha crecido desde que, el pasado jueves, se conociera que la coreógrafa y bailarina madrileña Carmen Werner (Madrid, 1956) era galardonada con el Premio Nacional de Danza en la modalidad de creación. Un galardón dotado con 30.000 euros que corona un currículum sembrado de reconocimientos.

Con anterioridad, Werner recibió el Premio de Cultura en el apartado de Danza de la Comunidad de Madrid (2000) y el Tercer Premio Internacional de Danza Onassis (2001). Además, en 2006 estuvo nominada para los Premios Max en la categoría de mejor intérprete de danza.

"Francamente, es un honor recibir un premio trabajando", dice entre risas
"Es una protesta contra el control al que nos someten con tantas prohibiciones"

Ante todo, profesionalidad. Nada ha distraído a Werner de sus compromisos a pesar de la enorme emoción que siente en estos momentos. En medio del ajetreo, concluyó un seminario de danza en colaboración con el Centro Coreográfico Galego y supervisó el montaje del espectáculo con el que está en cartel en el teatro vigués hasta mañana domingo. "Francamente, es un honor recibir un premio trabajando", dice entre risas, "en lugar de que te llegue en un hospital o post mortem".

La coreógrafa fundó la compañía Provisional Danza, que actualmente integran seis bailarines además de ella misma, hace 20 años. Así que considera que este reconocimiento "es un magnífico regalo de cumpleaños, además de un piropo muy grande". En este tiempo, ha realizado medio centenar de espectáculos que ha presentado en 21 países. Es una todoterreno que pisa tanto los escenarios de medio mundo como las calles de cualquier ciudad. Lo demostró con el éxito abrumador conseguido con su compañía en su participación en la "noche en blanco" del Museo de Arte Contemporánea de Vigo el pasado fin de semana, Los hombres también mueven paredes. Miles de personas se arremolinaron a las puertas del museo para ver a sus bailarines descolgarse por la fachada del edificio, en un espectáculo de gran potencia visual.

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Con uno de sus últimos montajes, 40 tipos de vodka, está de regreso en el Teatro Ensalle. Una sala que ya ha visitado en varias ocasiones y a la que arroga el mérito de ser "el único espacio para la danza del cuarto norte de España". La rebeldía y la libertad son los territorios artísticos que aborda en este espectáculo. Una puesta en escena que habla de escapar de la ansiedad mediante la búsqueda del placer, de la fragilidad de las personas frente al sistema y de la dinámica de la inercia.

"Es una protesta contra el control continuo al que nos someten con tantas prohibiciones. Nos dicen: 'No fumes, no bebas', cuando en realidad se trata de una tapadera, porque lo que verdaderamente nos agobia es el tiempo, que se acaba". La función, que se desarrolla en un solo acto a lo largo de una hora aproximadamente, comienza con una fiesta muy desinhibida en la que cada uno hace lo que le da la gana, a veces sin saber por qué. "Disfruto compartiendo la polución, lo fumo todo por si es la última vez".

40 tipos de vodka se estrenó en el ciclo Territorio Danza de la sala Cuarta Pared de Madrid el pasado septiembre y es la primera vez que se representa en Galicia. El codirector del Ensalle, Pedro Fresneda, es consciente de que "este festival sirve para poder mostrar en Galicia piezas que, de otro modo, no se podrían ver y, de paso, convierte a Vigo en una posibilidad de estreno de compañías con la misma solvencia que ciudades como Madrid o Barcelona". Lo que demuestra que algo se mueve en el Ensalle, cuyos gestores forman parte de la Coordinadora Estatal de Salas Alternativas.

El público ha aplaudido la iniciativa, que tendrá continuidad el año que viene. Según las estimaciones de la sala, los espectadores han situado el aforo de todos los días al 90%.

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