La dirección del PP prescinde de Nebrera para las generales
La dirección del Partido Popular catalán ha logrado meter finalmente en vereda a la díscola diputada Montserrat Nebrera. Pero sus anteriores desplantes y salidas de tono tendrán consecuencias. Si Nebrera tenía alguna posibilidad de formar parte de la lista por Barcelona para las elecciones generales de marzo, a día de hoy todas se han desvanecido. Ayer, fuentes de la formación confirmaron a este periódico que la diputada se quedará en el Parlament porque sus polémicas declaraciones y artículos en la prensa han acabado por hartar a la dirección de la calle de Génova, sede central del PP. Y añadieron que si Nebrera aspira a un cargo de mayor responsabilidad en Cataluña no sólo deberá acatar la disciplina interna, sino también no separarse ni un milímetro del discurso oficial. El líder del PP catalán, Daniel Sirera, se lo volvió a repetir ayer en un encuentro que tuvieron a solas después de una reunión con la totalidad del grupo parlamentario.
Las reiteradas advertencias parece que han surtido efecto. Por un lado, Nebrera ha dejado sin efecto su página web [www.alternativadegovern.cat] y, por otro, ha rebajado el tono de sus declaraciones. Un elocuente ejemplo fue el acto que presidió en la noche del pasado jueves en Sabadell, con 150 personas de público, en la línea de los celebrados en distintas ciudades catalanas. Si en los primeros, como en el del hotel Majestic de Barcelona, la diputada se despachó contra la clase política -"los partidos están podridos", afirmó-, en Sabadell estuvo más comedida.
No vertió crítica alguna contra la cúpula de su partido, ni contra la nacional ni contra la regional. Sólo señaló que el PP debería mirar siempre hacia el futuro y que su discurso no podía anclarse en el pasado, en una velada referencia a los atentados del 11-M y la correspondiente sentencia. La intervención fue un alegato a favor de la regeneración democrática de las formaciones políticas y apostó por destinar mayores recursos públicos a la educación, la sanidad y la vivienda.
La mayoría de los asistentes eran militantes y simpatizantes del PP, a pesar de que algún miembro de la dirección catalana había dado órdenes de boicotear el acto.
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