Schumacher, piloto de Ducati
Michael Schumacher provocó ayer que el pit lane del circuito de Cheste pareciera Las Ramblas a las doce del mediodía. Apenas había espacio para asomarse a la pista en el muro que limita con la recta. Todo, porque el siete veces campeón del mundo de fórmula 1 apareció subido a la Ducati de MotoGP de Casey Stoner, el campeón mundial de la categoría. El Kaiser se dejó ver a la una y estuvo rodando hasta las cinco de la tarde. Schumacher fue sólo cinco segundos más lento que la vuelta rápida que Dani Pedrosa había logrado el día antes en la carrera que cerró el Mundial. "Siempre he estado enamorado de las motos", dijo el alemán, "aunque me siento más seguro protegido por el chasis de un coche".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.