El Alinghi y el Oracle acercan posturas en Nueva York

La 33ª edición de la Copa del América en Valencia pende de la capacidad de negociar de dos hombres de empresa como lo son Ernesto Bertarelli y Larry Ellison -dueños del Alinghi y el BMW-Oracle, respectivamente-. También de Herman Cahn, juez de la Corte Suprema de Nueva York, el único organismo con capacidad para dictaminar sobre esta competición añeja. Tras la demanda que el Oracle interpuso al Alinghi por considerar "injusto" el protocolo sellado para la próxima edición e inválido al Club Náutico Español de Vela -en representación del Desafío Español como Challenger of record-, tan solo un acuerdo in extremis evitaría los tribunales y el necesario retraso de la competición, prevista para 2009. Ese acuerdo se buscó ayer en Nueva York. Las últimas informaciones desde EEUU especulaban con un posible aplazamiento de la vista hasta el lunes 29 ante un principio de acuerdo entre los dos equipos.

Alinghi aseguró que la reunión previa a la vista judicial fue "útil y constructiva"

La solución podría pasar por retrasar la competición, que sería en 2010 o 2011

A las nueve de la mañana (las 15.00 en España) miembros del Alinghi suizo y del BMW-Oracle norteamericano se veían las caras en una reunión privada en la que ambos equipos trataban de acercar posiciones antes de la vista en la Corte Suprema, que sería a las 14.00, hora local. Ese último encuentro antes de la comparecencia ante el juez resultó "útil y constructivo", según fuentes del Alinghi, el defensor, en tanto que campeón de la 32ª edición. Desde el defender aseguraban que ambos sindicatos se habían citado para "continuar hablando tras la vista", lo que daba un cariz algo más optimista a la situación, muy delicada.

El sindicato suizo buscaba una salida amistosa que pasaría por que los estadounidenses retiraran la demanda y se inscribieran en la competición. Pero, si algo ha demostrado Oracle los últimos meses es que venderá muy cara su renuncia. Los suizos consideran que sólo están tratando de ganar tiempo, con la mirada puesta en la próxima competición, por lo que uno de sus objetivos sería retrasar la celebración de la misma hasta, al menos, 2010. Si el equipo de Bertarelli aceptara ese retraso, se abriría una vía de solución.

Sería una salida desesperada para evitar que se celebre el juicio, por el retraso e incertidumbre que éste aporta a la preparación de la próxima edición de la Copa y por si Oracle pudiera ganar el pleito. Si, al final del proceso, el juez dictaminara a favor del sindicato de Ellison, la 33ª edición se disputaría entre ambos equipos exclusivamente, en menos de diez meses y en catamarán. Los estadounidenses ganarían opciones para vencer.

No es la primera vez que se baraja la opción de retrasar la celebración de la 33ª Copa del América. La empresa organizadora, ACM, ya insinuó que si el proceso judicial se alargaba, posponer la cita era una necesidad. De momento, y ante la incertidumbre que ha ocasionado el juicio, apenas hay cinco equipos inscritos -incluidos el Alinghi y el Desafío Español-. Los demás esperan a la resolución del conflicto pues mientras no conozcan las fechas de la competición es difícil atar a un patrocinador y cerrar un presupuesto.

Muchos de los equipos, entre ellos el Desafío y el Ayre, segundo sindicato español, han manifestado su interés por el retraso, lo que les daría más tiempo para prepararse, aunque tuvieran que modificar al alza su presupuesto. Tampoco a las Administraciones les preocupa el aplazamiento. Tendrán más tiempo para atar a dos o tres patrocinadores que aporten los 30 millones de euros necesarios y para pactar las mejoras en las infraestructuras por otros 50 millones. La copa podría celebrarse, según contrato, hasta 2011.