Alicante pedalea contra corriente
El gran uso del coche y la falta de una red conectada de carril bici convierten los viajes en bicicleta en una aventura
Recorrer durante un día festivo en bicicleta las calles del centro de la ciudad de Alicante es cuestión de minutos. Un placer. Sin apenas coches y con los peatones a ralentí, la alianza entre pedal y motor parece posible. Pero la cosa cambia entre semana, aseguran algunos miembros del colectivo Alacant en Bici. La rutina diaria de Alicante, ciudad de clima favorable y dimensiones proporcionadas, se vuelve hostil para quienes quieren desplazarse a pedal. Demasiados coches en el casco urbano a más velocidad de la que sería conveniente para convivir con los ciclistas, y un carril bici "que va de ninguna parte a ninguna parte" en las zonas de expansión.
Poco que ver con la normalidad de la que goza la bicicleta en ciudades como Amsterdam, donde se estima que la mitad de la población se desplaza en bici, o en Barcelona. Recurrir a la bici como transporte es atrevido en Alicante, incluso aventurero si se discurre por el área metropolitana. Pese a ello cada día hay más bicicletas en la calle. "La poca infraestructura que hay de carril bici no es una red, insuficiente e inconexa", resume Javier Cobela, portavoz de la Plataforma por la Movilidad Sostenible de L'Alacantí. Pavimentos no adecuados, anchos del carril más bien estrechos, intersecciones poco seguras, rampas que acaban en un escalón "indecente" o carriles pegados a la zona de aparcamiento de los coches que dejan la seguridad del ciclista a expensas de la apertura o no de la puerta de un vehículo son algunas deficiencias que marcan los usuarios de la bicicleta. El Ayuntamiento calla.
"La Administración no tiene interés", se quejan los defensores de la bicicleta
Lola vive en el barrio de San Blas y trabaja en la Universidad de Alicante. "Está muy cerca". Intentó ir en bicicleta, pero desistió. En su ruta se desviaba por calles estrechas hasta dar con el carril bici a un kilómetro del campus. En las avenidas optaba por subirse a la acera. Ir en bici "te supone todas las mañanas pasar un ratito de miedo". Cobela considera prioritario conectar la universidad, en Sant Vicent del Raspeig, con el centro de la ciudad y la futura estación intermodal. Y puntualiza que en muchos casos la solución no es construir infraestructura. "Parece que cuando hablas de la bici hay que hablar del carril bici. En algunos ejes hace falta, pero a lo que aspiramos es a que se reduzca el uso del vehículo de motor. Se debería pacificar el tráfico y así la bicicleta podrá convivir con otros medios de transporte", explican. "Es una buena ciudad para ir en bici", subraya Iñaki Malluguiza, otro miembro del colectivo. "Pero la opción urbana pasa por integrarse con el resto del tráfico y para ello debería limitarse la velocidad a 30 kilómetros por hora", añade. Alacant en Bici ha pedido cuatro veces al Ayuntamiento la instalación de aparca-bicis. "No nos han respondido". El colectivo presentó hace un año 1.500 firmas para que se habilitara un carril bici en La Cantera. "Ni caso". Y un proyecto universitario de 1997 para integrar la bicicleta en el casco urbano y que delimitaba nuevas zonas donde instalar el carril bici no ha cuajado. "No hay interés por parte de la Administración", se lamentam los defensores de este transporte que no contamina ni consume ni paga impuestos.
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