Una casa se hunde en Castellón

Una casa de dos plantas se vino abajo parcialmente pocos minutos antes de las ocho de la tarde de ayer en el centro de Castellón. Tres personas viven en ella, pero ayer no estaban: el matrimonio salió el martes de viaje a Nepal y su hijo estaba en Benicàssim. Tres unidades operativas de los bomberos de Castellón y dos de apoyo, así como varias ambulancias y agentes de la Policía Local acudieron a la calle del Obispo Salinas, en el centro histórico, al recibir el aviso de un derrumbamiento. La fachada y parte del interior se vinieron abajo. Desde la calle podían verse el tresillo del salón y la televisión a la intemperie. Justo al lado, en la mañana de ayer, se trabajó en la perforación del terreno que será el aparcamiento de un edificio nuevo. La casa no había sido apuntalada y todo indica que no resistió las vibraciones. Del otro lado, la casa caída linda con un edificio de varias alturas que aparentemente no resultó afectado pero que al cierre de esta edición no había sido aún inspeccionado por los arquitectos municipales.