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Entrevista:PAVEL PARDO | Centrocampista mexicano del Stuttgart | Fútbol | Segunda jornada de la Liga de Campeones: Lazio-Real Madrid y Stuttgart-Barça

"El fútbol del Barça es el mío"

Le llaman el bebé desde que con 18 años metió la cabeza en la selección mexicana. Nacido en Jalisco en 1976, Pavel Pardo ya ha superado los 130 partidos con México. Lidera al Stuttgart, rival mañana del Barcelona (Antena 3, 20.45) como medio centro, y no se encontrará con Touré, un mes de baja tras lesionarse ante el Levante. Dicen que es el Guardiola suramericano.

Pregunta. Perdone, pero ¿por qué Pavel?

Respuesta. Me lo puso mi padre por el personaje de una novela, creo que de Tolstoi, que representaba la lucha por la superación y la fidelidad a unos ideales.

P. ¿La ha leído?

R. ¡No la leí! Era un libro gordo, con la letra muy pequeña, toda juntita. Un día llegó mi padre, me lo regaló y me dijo que allí estaba la razón de mi nombre. Leí sólo la parte que afecta al personaje y entendí ciertos valores que mi padre trataba de transmitirme, como la constancia, la honradez, el luchar por tu ideal.

"Se juega con la cabeza. Hay que saber dónde tiene uno que estar. Hay que pensar. Guardiola fue mi referente"
"Me llamo Pavel por el personaje de una novela creo que de Tolstói. Mi padre trató de transmitirme el luchar por tu ideal"
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P. Juega respetando ciertos valores, especialmente con la pelota.

R. Futbolísticamente, yo soy hijo de Bielsa. Me sacó lo que tenía dentro. Me enseñó. ¡Me daba vídeos del Barça! Es un apasionado del fútbol y te lo transmite. Para Bielsa, ganar es lo más importante. Yo supongo que nací con un talento ganador porque, de pequeño, lloraba si perdía con mi papá en el jardín. Bielsa me lo sacó a relucir. Es un loco fantástico. ¡Hace unas cosas! ¿Le cuento una?

P. ¡Claro!

R. Un día jugábamos con el Atlas. Faltaban diez minutos y el míster ¡se marchó del campo! En ese rato perdimos el partido. Cuando caminaba para los vestuarios, le vi aparecer. ¡Venía de la calle y no se había enterado de nada! Nos mató a preguntas. ¡Menuda bronca nos echó!

P. Siempre jugó con cabeza

R. Al fútbol se juega con la cabeza. Hay que saber dónde tiene uno que estar. Hay que pensar.

P. ¿Por eso se le comparó siempre con Guardiola?

P. Siempre quise jugar como Pep. Venía Bielsa, nos daba vídeos del Barça y yo decía: 'Quiero jugar como Guardiola'. Fue mi referente como aficionado. De niño, me gustaba mucho Platini. Ese tipo de futbolistas, que en la cancha piensan, que se defienden bien por inteligentes, porque saben colocarse. Guardiola siempre jugó con inteligencia.

P. ¿Qué supone Márquez para el fútbol mexicano?

R. Abrió la puerta de Europa más allá de Hugo Sánchez.

P. ¿Por qué les cuesta tanto salir?

R. Los dirigentes tienen parte de culpa. También los jugadores, que somos muy cómodos. En México se paga bien. Necesitamos jugar en Europa para crecer como selección. En el último Mundial quedó claro que somos competitivos.

P. Explicaba Valdano que en Alemania les sobraron pases y les faltó gol

R. Es cierto. Tuvimos mucha posesión ¡Nos faltó Hugo [Sánchez]!

P. ¿Cuántas veces vio el México-Argentina? ¿Ya entendió cómo perdieron?

R. Ganamos mucho en Alemania. Nos dimos a conocer y, es cierto, nos faltó desequilibrar, un Giovani o un Cuatemoc, alguien que rompiera. Aquella derrota fue dura. Nos fuimos a casa por culpa del mejor gol del Mundial. Argentina no fue superior. La diferencia fue que ellos tenían once en Europa. La mentalidad.

P. ¿Tan diferente es el fútbol europeo al suyo?

R En México se trabaja mucho tácticamente. Y no tenemos el zweikämpfe.

P. ¿Perdón?

R. Cuando Poulsen llegó al Sevilla, le preguntaron cuál era la mayor diferencia entre el fútbol alemán y el español. "El zweikämpfe".

P. ¿Qué significa eso?

R. Mano a mano, siempre; buscar el hombre contra hombre. Eso es el zweikämpfe. Pelear uno contra uno 'tak, tak, tak'. Yo entiendo el juego según la filosofía del Barcelona. El fútbol del Barça es el mío. Si un día soy entrenador, diré: fícheme a Ronaldinho, a Messi, a Iniesta... Y jugaré como el Barça. Alegre.

P. ¿No se planteó nunca jugar en España?

R. Hubo posibilidades. Estuve cerca del Espanyol con Bielsa. Tenía 22 años y estaba por ir. Pero Marcelo se fue a Argentina y aunque siguieron los rumores... Mi última oportunidad era abrirme tras el Mundial y el Stuttgart me lo ofreció. Yo siempre le dije a mi esposa: 'Viviré en Europa. Puede que no lo consiga como jugador, pero yo viviré en Europa de lo que sea'. Al final, llego el Stuttgart y lo conseguí. Venir a Europa me ha permitido mirar el fútbol con la ilusión de los 22 años. Lo necesitaba. Todo lo que he conseguido en mi carrera no habría tenido sentido si no hubiera jugado en Europa.

P. ¿Fue difícil adaptarse?

R. Es ponerle ganas. Aquí hace frío. Mejor, cuando venga el sol, lo valoraremos más. Soy siempre positivo. ¿Nieva? Pues pienso en la Champions.

Pavel Pardo celebra un gol con el Stuttgart.
Pavel Pardo celebra un gol con el Stuttgart.AFP

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