IU abre la designación de candidatos con la incógnita de por dónde irá Diego Valderas

El proceso de designación de candidatos de IU para las elecciones autonómicas y generales echó ayer a rodar con la incógnita de por dónde se presentará el aspirante a la presidencia de la Junta, el coordinador, Diego Valderas. El Consejo Andaluz abrió ayer el proceso de manera formal, con una declaración solemne de Valderas: "Ningún acuerdo cupular de dirigentes puede o debe sustituir el debate y la soberanía de las asambleas" para elegir a los candidatos. No obstante, horas antes el PCA se reunió con Juan Manuel Sánchez Gordillo, líder de la CUT, que tiene la llave en la asamblea de Sevilla, para procurarse su apoyo en el propósito de que Valderas encabece la lista sevillana.

En estos momentos, la resistencia de la asamblea de Sevilla a que Valderas sea su cabeza de lista, en detrimento de la actual portavoz parlamentaria y referente de la corriente crítica, Concha Caballero, es el nudo de la larga crisis interna que sacude a esta formación, si bien existen también fuertes tensiones en Jaén y Málaga, donde la dirección ha abierto expedientes y ordenado expulsiones.

En su informe político de ayer ante el Consejo Andaluz, Diego Valderas -que ha intentado sacar sin éxito en las dos últimas elecciones (2000 y 2004) un escaño por Huelva- quiso tranquilizar los ánimos y afirmó de manera solemne que el proceso de elección de candidatos se hará de manera reglada. "Tenemos tiempo y espacios suficientes para hablar de lo que tengamos que hablar para conformar las mejores candidaturas, con grandeza de miras, dentro de la organización y con instrumentos democráticos", dijo, al tiempo que lamentó la discusión pública sobre el lugar de su candidatura. "Estas declaraciones hacen daño al conjunto de la organización, merman nuestras posibilidades de recuperación social y electoral y benefician a nuestros oponentes, el PSOE y el PP", agregó.

Pero mientras en el coordinador hablaba al consejo sobre el objetivo de arrebatar al PSOE su mayoría absoluta, fue en los pasillos de la sede, en la calle e, incluso, los bares aledaños donde los dirigentes ensayaron nuevas alianzas para ganar la partida.

En pocos días, la asamblea de Sevilla va a convocar la elección de nuevo coordinadora, en sustitución de Sebastián Martín Recio, que dimitió en junio por los malos resultados electorales en su pueblo, Carmona. La corriente crítica, mayoritaria en esta asamblea, cree tener la fuerza suficiente para que su propuesta, el diputado provincial Manuel Gutiérrez Arregui, salga elegido. Sin embargo, la CUT de Sánchez Gordillo, habitualmente aliada a la corriente crítica, negocia esta vez su apoyo con el PCA, afín a Valderas. Ayer por la mañana el líder jornalero, alcalde de Marinaleda, se reunió con el secretario regional del PCA, José Luis Centella, el secretario provincial, Juan de Dios Villanueva, y el presidente del PCE, Felipe Alcaraz. Según fuentes de ambos círculos, los comunistas han comunicado a Sánchez Gordillo que no cierran ninguna posibilidad, incluida la cabecera de lista y la coordinación. La baza de los críticos es que en el seno de la CUT hay dudas, y en esta ocasión podría no votar al unísono.