Viaje a dúo en tierra de nadie
Akram Khan y Sidi Larbi unen su talento coreográfico en el Mercat
Akram Khan (Londres, 1974) y Sidi Larbi Cherkaoui (Amberes, 1976) comparten el privilegio de ser dos de los bailarines y coreógrafos contemporáneos más reconocidos. A primera vista ahí termina el parentesco entre ambos. Khan es un maestro del kathak, la danza tradicional india, y el de Larbi es un estilo ecléctico, deudor del teatro y de otras múltiples influencias. Pero ambos son hijos de familias musulmanas establecidas en Occidente y comparten cierto sentimiento de no pertenecer del todo a ningún lugar. Un metafórico viaje a dúo por ese espacio en tierra de nadie da forma a su primer espectáculo conjunto, Zero degrees, que hoy abre la temporada del Mercat de les Flors, donde se presenta hasta el domingo.
Tanto Khan como Sidi Larbi Cherkaoui han actuado en varias ocasiones en Barcelona. El primero triunfó en la pasada edición del festival Grec, que inauguró junto con Sylvie Guillem, y ha actuado con anterioridad en el Mercat. La presentación de Larbi fue en el Teatre Lliure de la mano de la compañía Les Ballets C. de la B., que interpretó su espectáculo Foi. La ocasión de verles trabajar juntos llega dos años después del estreno de Zero degrees, cuando el montaje ha hecho ya un largo recorrido, y tan sólo unos meses antes de que se despida de los escenarios.
Pero ambos artistas recuerdan con nitidez el punto de partida de la pieza, en cuya gestación estuvieron trabajando cerca de tres años. El origen se remonta a un viaje real de Khan. En India y Bangladesh, donde nacieron sus padres, vivió diversas peripecias que tienen su reflejo en el escenario. Pero fue un incidente ocurrido en la frontera entre ambos países lo que le dio pie a reflexionar sobre la idea de no lugar que subyace en el espectáculo. Curiosamente, es Larbi quien lo explica. "Los territorios entre dos países no pertenecen a ninguno de ellos. Son lugares de libertad, donde puede ocurrir de todo", dice. Como cuando, con la temperatura a cero grados, "el agua se puede convertir en hielo".
Zero degrees es el fruto de la minuciosa inmersión de los dos coreógrafos en el trabajo del otro, una observación atenta que les llevó a apreciar elementos comunes, más allá de sus lenguajes divergentes. De una manera natural, Larbi coreografía la gestualidad cotidiana de las manos; también en el kathak se usan movimientos de manos similares. Ese común denominador está muy presente en la lengua franca que los dos artistas han inventado para Zero degrees. Esta suma de influencias, como señala Larbi, ha transformado a ambos, pero al mismo tiempo "nos ha permitido encontrarnos con nosotros mismos, porque todos somos cambiantes", dice.
Los dos bailarines y coreógrafos han sumado otras complicidades en el espectáculo, cuyo espacio escénico es obra del escultor británico Anthony Gormley. La música ha sido compuesta especialmente por Mitin Sawhney y es interpretada en directo. La sintonía que ha marcado el encuentro entre Larbi y Khan les ha llevado a planear una colaboración. Pero su cita tendrá que esperar varios años. Dicen que deben aguardar hasta que ambos hayan acumulado nuevas experiencias individuales.
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