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Reportaje:

Una mano muy vista para Madrid'16

Profesionales del diseño tachan de "poco original" el logo elegido para la candidatura olímpica

Desde las pinturas rupestres a la mano de Dios de Maradona, pasando por la mano que se pinta a sí misma de Escher y terminando por otras archiconocidas como la señal de alto el paso, la del Partido Andalucista o la de Ayuda en Acción. Como todas, pero distinta, Madrid tiene desde ayer su propia mano, la que representará a la candidatura olímpica de 2016. Este logotipo, titulado Corle, ganó ayer los 30.000 euros del concurso popular organizado por la Fundación Madrid 2016 y el Ayuntamiento, con 36% de los votos. El jurado encargado de designar al vencedor entre los tres favoritos que antes eligiera el público refrendó por unanimidad este criterio. Todos los expertos consultados, menos uno, tacharon de "poco original" y manido el diseño.

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"De ninguna manera he copiado a nadie"

Casi 114.000 personas emitieron su voto, tanto por Internet (el 67%) como en las urnas. Corle, sencillo, directo, es obra de Joaquín Mallo, diseñador hispanoargentino de 26 años, y de él destacó ayer el alcalde su "carácter amigable". "Representa la multiculturidad de Madrid, los colores olímpicos y el espíritu integrador de la candidatura", subrayó Alberto Ruiz-Gallardón en un acto en el que hizo pública la terna más votada y el fallo del jurado.

A Corle le siguen Espejo para el Mundo, con el 15,5% de los sufragios, y Pintar el Alma, con el 14,3%, que recibirán 5.000 euros cada uno. El primero está firmado por el arquitecto Rafael Palomares, madrileño de 28 años, mientras el malagueño José Luis Aguilera, de 28 años y director creativo, es autor del segundo. Para ser oficial, el diseño vencedor sólo necesita de la aprobación de los comités olímpicos español e internacional. Aunque en el camino pude sufrir alguna alteración, "ya que las bases permiten ajustes en la tipografía y los colores", como advirtió el alcalde.

Desde que el 30 de agosto se presentaron los 10 finalistas del concurso, elegidos de entre los 2.700 trabajos recibidos de aficionados y profesionales, en los foros de Internet no se han dejado de establecer comparaciones, hasta el punto de que uno, Madrid Fluye, fue acusado de plagio y otro, Light, tuvo que ser eliminado a dos días del final de la votación por no ser original. En este tiempo, el logotipo vencedor tampoco se ha librado de los parecidos razonables dada su sencillez que, además de ser su mayor baza, también es su gran flaqueza.

Preguntado por esta cuestión, su autor se encoge de hombros. "Se ha dicho que se parece a Movistar e-moción, a Ayuda en Acción, al Ayuntamiento de Móstoles...", admite, y también a otros que no nombra, como el anagrama de la campaña en pro del consumo de fruta 5 al día, al lema turístico de Castilla-La Mancha, a las manos abiertas del Partido Andalucista y de la Fundación de Ayuda Contra la Drogadicción... Sin embargo, Mallo subraya tajante que "de ninguna manera" ha copiado a nadie, "otra cosa es que siempre sufras de una cierta contaminación visual, aunque no quieras", se justifica. "Una mano es un símbolo universal y si todos se parecen al mío es porque también se parecen entre sí", añade. Al autor, en todo caso, no le sorprendieron las comparaciones porque él "no le ve parecido alguno, se lo encuentran desde fuera".

"Son acusaciones sin fundamento, una mano no es de nadie porque todos tenemos manos", sentencia Mallo. Desde Madrid 2016, garantizan que tanto el ganador como los dos finalistas son diseños "absolutamente originales" que ya han sido registrados. Sobre el espinoso asunto, Mariscal, autor de la llama olímpica en forma de eñe que representó a Madrid 2012, opina que "cuando se toma una decisión populista de este tipo, luego hay que atenerse a las consecuencias y apechugar con el logotipo elegido". En su opinión, es "una mano solidaria, llena de simbolismo y que ya sirvió, aunque duplicada, para Manos Unidas, para el Forum Barcelona 2004 o para la plataforma ¡Basta ya!". Aunque no le parece "muy original, el tiempo y el uso dirán si es o no un buen logotipo".

Jacobo Pérez-Enciso, vicepresidente de la Asociación de Diseñadores de Madrid, apunta que "la idea, como idea, no está mal, aunque no resulta del todo bien resuelta gráficamente". Pérez-Enciso entiende que crear logotipos que suenan inevitablemente de algo es un "riesgo que corren los jóvenes", que no tienen tanta cultura visual como los profesionales curtidos. "Es un dibujo de Walt Disney y le falta peso institucional", subraya este experto.

Soledad Fernández de la Rosa, presidenta de la Asociación Española de Profesionales del Diseño, asegura que "técnicamente todos dejan mucho que desear y ninguno dice nada nuevo", aunque entiende que el público haya elegido a Corle "por cercano y amable". En su opinión, es "un recurso directo y muy utilizado" pero no una copia. De todos los expertos consultados, Corle sólo gusta a Paloma Sobrini, decana del Colegio de Arquitectos de Madrid, para quien "es muy sintético y tiene la virtud de decir todo lo que tiene que decir en pocos trazos". El más crítico es Jordi Labanda, a quien le parecen todos "pueriles y poco trabajados" y, el ganador, "simplemente horroroso, antiguo y muy naïf". En resumen, "una broma". El que más le gustaba es el eliminado, de trazo "dinámico y futurista", al lado del cual a los demás resultan "aburridos, y lo que es peor, pasados de moda". "La imagen para unos Juegos Olímpicos, que formará parte de la historia del diseño, no se puede tomar a la ligera. Es una apuesta de modernización y futuro que debe rubricarse con un grafismo exquisito", aventura.

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