Solbes presidente
SERÁ POR DINERO. El presidente del Gobierno sale al balcón, saluda al pueblo soberano y grita: "¿Quién necesita algo, que tengo la mano floja?". Alguien podría aducir que no se compra ni se vende el voto cuando es verdadero, pero también habrá quien piense que nunca viene mal regar el jardín, por más que el clima sea propicio. Los jóvenes que en 2004 gritaban a Zapatero: "¡No nos falles!", ahora podrían seguir gritando: "¡No nos pagues!". 210 euros para alquilar un piso. Parece que era ayer cuando veteranos socialistas decían que no se debían tomar esas medidas porque sólo servían para que el mercado corrigiera los precios del alquiler al alza, de manera que el alquiler que hoy vale "x" pasa a valer "x+210 euros". Tenemos que preguntarle esto a Solbes la próxima vez que pase por la Cadena SER, aunque es posible que no haya tiempo, porque el ritmo de medidas de gasto social que lleva el Gobierno es tan elevado que no hay ocasión material de preguntar a alguien cabal. El vicepresidente ha instalado un contestador automático: "Les habla Pedro Solbes, y no estoy de acuerdo con la última medida anunciada por el Gobierno, sea la que sea". Dicen que Solbes no quiere seguir como vicepresidente. ¡Pues que siga de presidente!
Hay parné. Zapatero tiene el presupuesto muy lucido. De repente... ¡pumba! Aumenta la inversión en Cataluña un 24%. Al Gobierno catalán le ha cogido desconcertado. "Pides el 18, esperas que te den el 15, te dan el 24, y sales de palacio consternado, pensando: tendríamos que haber pedido el 20". Nunca se sabe. Estas negociaciones siempre tienen algo de regateo marxista, de Groucho. Pides 5, te ofrecen 8, te plantas en 2, acabas con 9. Porque hay parné. Para todos. Para los jóvenes, para los viejos, para las mujeres, para los empresarios, para los estudiantes, para los niños... Como la Coca-Cola. En el momento de cerrar este artículo, las medidas anunciadas por el Gobierno en las primeras semanas de septiembre abarcan ayudas para alquiler, asistencia bucodental gratuita y subida de pensiones, que se suman a los 2.500 euros por niño/a. Si quiere usted hacer la prueba, intente recitarlas todas seguidas sin respirar. Hay una regla de oro que todo Gobierno debiera cumplir: no tomar nunca medidas que ahoguen la respiración de los ciudadanos.
Sí podría pedirse un poco de organización: ya hay en el mercado político ayudas bastante extendidas, ¿qué se puede esperar en los próximos meses? Pedicura, extensiones de pelo, cirugía plástica, ropa o coches buenos, viajes, ordenadores o conciertos privados de Bruce Spreengsteen.
También es verdad que el PP critica los 2.500 euros y a continuación propone 3.000. Critica que haya ayudas para jóvenes y a continuación promete ayudas para jóvenes. Critica la subida de pensiones y a continuación propone la subida de las pensiones. Qué se le va a hacer. A estas alturas nadie puede escandalizarse por falta de rigor o coherencia en la política. "La economía está en crisis, todo va mal, nos vamos a hundir, España está en peligro, atacan a los niños, los delincuentes campan por sus respetos". Oyes a estos portavoces de mil cataclismos y te dan ganas de gritarle a Zapatero: "Gástate todo lo que tengas, para cuatro días que nos quedan".
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