"¡Es una leyenda viviente!"
Van Nistelrooy elogia al capitán que, con su tanto, se convierte en el máximo goleador del torneo
Por imposición de normas no escritas, en el ambiente del fútbol latino se ennoblecen ciertas conductas contradictorias. Los jugadores consideran que el colega que abandona el estadio por un pasadizo secreto el día que todas las televisiones y las radios le quieren entrevistar para encumbrarlo, duplica su heroicidad. Esto es lo que hizo Raúl, que además de capitán y goleador del Madrid es un hombre con vocación taurina. Tal vez su sentido del honor le empujó a despreciar la fama cuando acababa de hacer un partido importante. El Bernabéu lo había ovacionado. "¡Rauul-Rauuuuuul-Rauuuul!", le había gritado la grada cuando fue sustituido y después también. El cántico fue unánime. El hombre acababa de hacer su gol número 57 en la Copa de Europa. Esto le convierte en el jugador más goleador de la historia del torneo, además del que más participaciones acumula (111 partidos). Su actuación encauzó la victoria del Madrid. Sin embargo, después de ducharse, se marchó sin hablar en público. Dejó que otros le juzgaran.
"Es el que más trabaja, el que más se entrena y el que más kilómetros corre", dice el holandés
"No da nada por perdido, y ahora los goles le están ayudando", dijo Schuster del capitán
Ruud Van Nistelrooy, que nunca quiso ser torero, hizo un análisis elogioso de su pareja en el ataque. "¡Raúl es una leyenda viviente!", dijo; "me alegré por su gol porque es un profesional impresionante. Es el que más trabaja, el que más se entrena, y el que más kilómetros corre. Hoy ha corrido, se ha desmarcado, se ha ofrecido, ha dado pases, me ha dado una asistencia y ha hecho un gol. Su partido fue completísimo".
Que Van Nistelrooy hablase de leyendas vivas es un ejemplo del recorrido de Raúl. El holandés tiene 31 años. Uno más que el capitán. Su registro goleador también se aproxima. Suma 54 goles en la Liga de Campeones. Tres menos que Raúl. Ayer, Van Nistelrooy resultó tan decisivo para la victoria como Raúl.
"Este equipo ha cambiado completamente", dijo Van Nistelrooy; "ahora jugamos con muchos centrocampistas con sentido ofensivo. Todos quieren ir para arriba. Esto puede ser peligroso. Pero para los delanteros es bueno porque ha aumentado el nivel creativo de los pasadores. Nos permite tener más oportunidades. Yo he tenido cuatro antes de meter el gol. La verdad es que el Werder se ha defendido muy bien y el portero me ha parado un tiro muy duro. Es mérito suyo".
Naldo es un poderoso central brasileño. Ayer confesó que no vio a Raúl en el primer gol. "Estaba esperando el centro de Van Nistelrooy", recordó; "y me desorienté cuando vi que no lo colgaba sino que le pegaba raso. Me engañó. Porque además no vi a Raúl. Apareció desde atrás y no pude evitar el remate. Con gente como Van Nistelrooy y Raúl no puedes distraerte ni un segundo. Hoy creo que hemos hecho un buen partido. Nos pudimos llevar un punto porque nos hemos defendido bastante bien. Pero desafortunadamente nos han hecho ese primer gol, y luego nos han marcado el segundo con una combinación muy inteligente. Guti ha tirado una pared con Raúl y ha sido muy difícil marcar esa jugada. Pudimos neutralizar a Raúl y a Sneijder, pero se nos escapó Van Nistelrooy".
El técnico madridista, Bernd Schuster, se descubrió ante el partido de Raúl. "Es un luchador. Nunca se descuida, no da nada por perdido, y ahora los goles le están ayudando", dijo del capitán. El entrenador alemán sólo lamentó haber tardado tanto tiempo en marcar el segundo gol. "Nos mantuvimos a 35 metros de nuestra portería, cogimos todos los balones divididos y movimos el juego de una banda a otra. El problema ha sido que el segundo gol ha venido demasiado tarde. Deberíamos haber marcado antes para aumentar la diferencia".
Schuster se quedó conforme con el partido de Gago, a quien encomendó la misión de administrar la pelota. Gago fue titular por primera vez en la temporada y su técnico dio la impresión de que piensa darle muchos minutos. "Hoy tenía la doble tarea de ayudarnos con la salida del balón y marcar a Diego. No era fácil pero estuvo atento hasta el final", dijo.
El alemán confesó que el Werder Bremen les complicó un poco las cosas en la primera parte y que a sus hombres les costó demasiado coger el ritmo del encuentro. "El sistema de nuestro rival no nos venía muy bien, no nos convenía nada por el tipo de jugadores que tenemos", explicó. "Tuvimos que buscar otras vías para crear peligro. Ellos tenían gente rápida que venía por fuera y Diego, que es un jugador muy difícil de marcar. Ha sido un partido incómodo pero luego sí que hubo momentos que pudimos controlar", añadió.
Schuster parece haber encontrado el camino. Se apoya en un vestuario que dice estar muy unido y con un grupo en el que los nuevos están animando a los más veteranos. Después de perder la final de la Supercopa contra el Sevilla, el Madrid ha enfilado cuatro victorias seguidas, tres en Liga y la de anoche en Champions. El técnico alemán parece haberse olvidado de la imagen gris que dio el Madrid en la pretemporada. Pero, aunque se muestre satisfecho, sigue repitiendo que quedan muchos aspectos por mejorar. "La pretemporada no fue como todos queríamos. Era un tema de tener algo más que paciencia. Había jugadores con un pie en otros equipos, otros que no llegaban. Estábamos esperando a los nuevos", recordó anoche. "A finales de de agosto fue cuando empezamos a reaccionar. La victoria con el Atlético nos ayudó a motivarnos. Ahora nos están ayudando los resultados. Jugamos fases buenas pero no hemos llegado todavía donde yo quiero", matizó aliviado porque las victorias le permiten trabajar con tranquilidad.
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