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El arquitecto sir

Todos los días los barceloneses ven el trabajo de Norman Foster. Suya es la torre de Collserola, una de las obras más emblemáticas de la ciudad y el hito con el que ésta marcó el inicio de las reformas olímpicas. Los londinenses también lo tienen muy presente porque resulta difícil no atisbar en algun momento el perfil de la torre Swis Re (conocida popularmente como el "pepinillo"), muy parecida, aunque más estilizada y espectacular, a nuestra Torre Agbar. Y es que este arquitecto nacido en Manchester hace 72 años se hace notar, no sólo por la elevada calidad de su arquitectura -cuenta desde 1999 con el premio Pritzker, el llamado Nobel de la arquitectura-, sino también porque lo suyo, además del interés por la tecnología (fue uno de los pioneros de la denominada arquitectura high tech) y por la investigación en los temas de sostenibilidad, son las construcciones a lo grande.

En Pekín está construyendo el que será el aeropuerto más grande del mundo, en Moscú ha puesto ya la primera piedra del que será el rascacielos más alto de Europa y en Madrid está a punto de acabar el techo de la capital con la Torre Caja Madrid, en los antiguos terrenos de la ciudad deportiva del Real Madrid.

La lista de proyectos y obras emblemáticas de Foster es amplia -desde el metro de Bilbao a la cúpula del Reichstag de Berlín, pasando por la Torre Hearst de Nueva York, el banco de Hongk y Shanghai, el aeropuerto de Stansted y el puente del Milenio de Londres-, pero tal vez en la decisión del Barça de elegirlo para reformar el histórico estadio de Mitjans podría haber influido sobre todo su trabajo en el nuevo Wembley. Fue inaugurado en marzo con dos años de retraso y un presupuesto de 1.118 millones de euros, mucho más de lo previsto. El nuevo estadio londinense cuenta con 90.000 asientos y una cubierta retráctil que se despliega en una hora en caso de lluvia además de un gran despliegue audiovisual, algo que seguramente utilizará en el Camp Nou.

Gran conocedor de Barcelona, Foster es amigo personal de Pasqual Maragally defensor a ultranza de la ciudad densa mediterránea tan afín a los técnicos municipales. Su relación con España es intensa, no sólo porque está casado con la doctora Elena Ochoa, directora de una revista de arte, sino porque tiene proyectos en muchas ciudades. En su país es toda una figura. Es más, fue nombrado sir en 1990 y en 1999 la reina le otorgó el título nobiliario de barón Foster de Thames Bank. Será el arquitecto noble del Barça.

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