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Reportaje:

Enganchados a un balón parado

Ronaldinho encanta a sus compañeros del Barça como francotirador

Vive el Barça enganchado a Ronaldinho, que cambia goles por puntos con una pasmosa habilidad. En su mejor arranque desde que llegó al fútbol español, desarmó con sus goles al Athletic. Como acostumbra, a balón parado. De los 87 goles que ha marcado el brasileño de Porto Alegre como azulgrana, 42 los ha hecho de jugada (35 con los pies y 7 de remate de cabeza) y 45 en jugadas de estrategia (18 de falta y 27 de penalti). En total, atendiendo a los partidos en los que ha marcado el primer gol o los que han decidido el marcador, el equipo ha sumado 66 puntos generados en sus botas.

"Es el líder y marca las diferencias", resumió Valdés al término del partido contra el Athletic; "siempre digo lo mismo: el fútbol es cada día más competitivo y Ronaldinho marca las diferencias con detalles". "Sencillamente, es él", concluyó Henry, rendido al talento y a la simpatía de su nuevo compañero.

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"Siempre trabajé para cobrar las faltas. Es una habilidad que me gusta practicar", reconoce Ronaldinho, un francotirador que buscó espejos en los que mirarse: Zico, Rivelinho y Roberto Dinamita. "Tiene un don y lo trabaja", explica Eusebio, segundo de Frank Rijkaard, que en su época como futbolista no sacaba nada mal las faltas. "Nunca como él. Es muy difícil pegarle con tanta potencia y colocación", le reconoce el ayudante del técnico holandés, al que ayer se acercó a saludar el brasileño Mazinho. Ex compañeros en el Celta, Mazinho vive en Barcelona. Es el padre de Iago Alcántara, un cadete del club azulgrana que ayer se entrenó con el primer equipo para la Copa Catalunya. Mazinho, además, fue jugador del Vasco, Palmeiras, Valencia y Celta y en sus 35 internacionalidades con Brasil ganó el Mundial 94. Mazinho jugó con Roberto Dinamita, ídolo de Romario. "En su última época, ni se entrenaba. Sencillamente, ponía balones en la frontal del área y sacaba faltas durante una hora. En el partido, una que tenía, una que era gol". Como Ronaldinho. "Zico, Roberto y Ronie. Lanzadores hubo muchos, pero estos tres son los mejores", insistía Mazinho. Ronaldinho, mientras tanto, correteaba por el campo de entrenamiento.

Ronaldinho no es que trabaje mucho más durante la semana que aquel mítico goleador del Vasco, pero lo intenta. "Por lo menos, ya no se queda en el gimnasio; algo hemos ganado", reconocen en el cuerpo técnico del Barcelona, satisfechos como están del trabajo contra el Athletic. "Es un tipo al que le gusta sentirse importante y seguramente tiene la sensación de que participa más en el centro que pegado a la banda" asumen los técnicos.

El jugador nunca lo ha negado. "A mí lo que me gusta es jugar, donde sea, pero por el centro la toco más, participo más", aseguró en su primer año. Como mediapunta, conduce más la pelota y tiene que correr menos, sin duda. Y, además, puede dar pases. "Es muy generoso", dice Giovani. El mexicano asume que jugar a su lado "es muy fácil". "Te ayuda mucho", insiste; "es el mejor". A lomos del mejor y de un balón parado lleva el Barça cuatro años.

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