_
_
_
_
Luto en el fútbol mundial

La zurda de diamantes

Puerta regaló al Sevilla su primera final de la Copa de la UEFA con una preciosa volea en la prórroga contra el Schalke 04

A las doce de la mañana de ayer un aficionado del Sevilla se acercó al Hospital Virgen del Rocío y retiró una pancarta que llevaba dos días colgada al lado de una de las puertas de entrada. El hincha la dobló una y otra vez y abandonó el centro médico cabizbajo y con el lienzo debajo del brazo. En el mensaje de ánimo a Antonio Puerta se podía leer: "Tu gol nos cambió la vida. Juntos luchamos por la tuya". Pero, a esa hora, los aficionados del Sevilla habían dejado de luchar. Sabían que el joven jugador no se recuperaría de la parada cardiorrespiratoria que sufrió el pasado sábado en un partido contra el Getafe.

La pancarta que algunos aficionados habían colgado en el hospital resumía lo que significaba Puerta para el conjunto hispalense. Corría el 27 de abril de 2006 cuando el interior zurdo dejó helado al guardameta del Schalke 04 con una preciosa volea en la prórroga. Los de Juande Ramos se jugaban el pase a la final de la Copa de la UEFA. Lo consiguieron gracias al gol de Puerta. Por primera vez en sus 44 años de historia el Sevilla accedía a una final europea.

Más información
Muere Antonio Puerta

Ese gol tuvo una trascendencia histórica -comenzó una racha extraordinaria para el club de Del Nido, que ganó cinco títulos en 15 meses- tanto que la afición lo bautizó como el gol que cambió nuestras vidas. Cuando la plantilla regresó de Alemania era jueves de Feria en Sevilla y todos los periódicos jugaron con eso. "Puerta grande", titularon.

Cada vez que el futbolista volvía a ver las imágenes repetía: "No me lo creía ni yo que había entrado. Me di cuenta sólo cuando vi la pelota dar vueltas en la red". Dos semanas después, en Eindhoven, el Sevilla levantaba su primera Copa de la UEFA tras derrotar al Middlesbrough por 4-0. Puerta jugó solo los últimos cinco minutos. Suficientes para levantar el trofeo junto a sus compañeros y con la camiseta de su equipo de toda la vida. Y es que Puerta era un sevillista de cuna. Pese a que su padre militó en el Triana Balompié -un histórico filial del Betis- él siempre reivindicó la herencia de su abuelo. "Fundó una de las peñas históricas del Sevilla y me transmitió desde pequeño la pasión por estos colores", solía explicar el interior zurdo, que en noviembre habría cumplido 23 años. La mayoría de ellos, dedicados al equipo hispalense.

Puerta nació muy cerca del Sánchez Pizjuán, en el barrio de Nervión. Militó en el equipo del mismo nombre hasta que fue captado por las categorías inferiores del Sevilla, donde coincidió con, entre otros, José Antonio Reyes y Sergio Ramos. Joaquín Caparrós lo hizo debutar en Primera el 21 de abril de 2004. Fue contra el Málaga y el jugador no había cumplido los veinte años. "Recuerdo como si fuera ayer el día que le conocí, el día que debutó y el día que metió un gol al Numancia. Antonio iba cumpliendo etapas que él tenía en mente para consolidarse con el Sevilla", recordaba ayer el ahora técnico del Athletic. "No sabía que tenía problemas de salud. Recuerdo a Puerta entrenándose por la mañana y entrenándose por la tarde", añadió.

En las etapas de las que hablaba ayer Caparrós también entraba la selección. Desde el oro conseguido en los Juegos del Mediterráneo en 2005, Puerta fue un asiduo en las convocatorias de la selección sub 21. Un año después Luis Aragonés lo convocó con la selección absoluta. Fue, curiosamente, para sustituir al lesionado José Antonio Reyes, otro producto de la cantera sevillista.

En esa ocasión, Pablo Blanco, responsable del fútbol base del club andaluz, se afanaba por destacar las cualidades de Puerta. "Su padre era extremo derecho, pero Antonio es zurdo, zurdo. Es un jugador que hace vestuario, muy potente pero con la cabeza bien puesta". Para Blanco, el principal valor del jugador era su personalidad.

Monchi, director deportivo del Sevilla, compartía la opinión de Blanco. "Tiene un sentido táctico tremendo. Podría jugar en cualquier parte del campo", señalaba. Tenía razón. Con Joaquin Caparrós, Puerta jugaba de lateral, pero Juande Ramos lo convirtió en interior. Pero Luis Aragonés no volvió a convocarle. Antes de abandonar Sevilla, Caparrós mostró toda su confianza en su pupilo. "Será el lateral zurdo de la selección dentro de un par de años. Lo tiene todo".

Puerta, que el curso pasado jugó 46 partidos, uno de ellos con la selección española, acababa de firmar la renovación de su contrato con el club hispalense. Lo que más le ilusionaba cuando era un chaval del filial era llegar a la élite con el Sevilla. Lo que no sospechaba era que un gol suyo llevaría al equipo a la élite europea.

Puerta es abrazado por sus compañeros tras marcar el gol decisivo en las semifinales de la Copa de la UEFA.
Puerta es abrazado por sus compañeros tras marcar el gol decisivo en las semifinales de la Copa de la UEFA.REUTERS

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_