Alves se declara en rebeldía

Daniel Alves, defensa brasileño del Sevilla, se rebeló ayer contra el club al que aún pertenece y del que quiere salir porque le ofrecen una gran mejora de su contrato en dos equipos por lo menos. La expedición sevillista despegó ayer sin Alves en un vuelo chárter hacia Atenas. Esta noche (La Sexta, 20.45) se juega contra el AEK el pase a la Liga de Campeones y el viernes disputará al Milan, en Mónaco, la Supercopa de Europa. Si hubiese jugado un solo minuto del partido de hoy, Alves no podría ser inscrito por ningún otro conjunto para la misma competición. El jugador tenía un acuerdo con el Chelsea, que le triplicaba el sueldo, pero, tras la supuesta retirada del conjunto londinense de la puja al fichar al ex barcelonista Belletti, el Madrid ha movido hilos para comprar su pase.

La negociación entre los clubes, predecible en este tipo de traspasos, pasó a un segundo plano como consecuencia del accidente cardiovascular que sufrió el sábado el sevillista Puerta. Pero el presidente del club, José María del Nido, aprovechó la coyuntura para atacar a Alves. Según Del Nido, al no ir en este viaje, Alves no sólo ha dejado colgadas las aspiraciones de sus compañeros, sino que también ha fallado en sus sentimientos. "Se ha negado a viajar con el club que le paga y lo pongo en conocimiento de la opinión pública para que sepan el tipo de profesional del que estamos hablando", dijo.

Alves contestó posteriormente en un comunicado diciendo que Del Nido "no es nadie" para dudar de su profesionalidad y que, como presidente, tiene que defender a todos los trabajadores del club, "por lo que incumple sus obligaciones". El lateral aseguró igualmente que nunca se ha negado a formar parte de la expedición sevillista y que su ausencia se debe a "un común acuerdo" entre el club y él.

El entrenador, Juande Ramos, que siempre fue el más comprensivo con sus aspiraciones, se negó a valorar el tema por ser "algo muy menor en estos momentos".