No sin mis regalos
Esto va de que alguien muestra un rincón de su intimidad. Y Tejero lo tenía claro: el sofá donde se pasa horas estudiando los guiones de series y películas como la que estrena este viernes, El club de los suicidas. Para estar a gustito, uno suele rodearse de sus cosas. En el caso del actor cordobés, estas cosas son sus regalos, a los que considera acompañantes y talismanes. La guitarra clásica, por ejemplo, no la toca. No sabe. Se la regaló la actriz Lola Dueñas, que tampoco tiene ni idea. "Lola, ¿pero para qué quiero yo una guitarra?". Pero Tejero no se cierra puertas. "A lo mejor un día me da el punto". Su perrito, que tanto ha sido fotografiado, se llama Woody, por Woody Allen, y se lo regaló Dani Martín, de El Canto del Loco, días después de que el anterior muriera atropellado. El cuadro a lo Andy Warhol es un recuerdo de una de sus primeras entrevistas, una que hizo para EL PAÍS. Y el que se esconde tras la lámpara se lo regaló Joaquín Sabina, "que le ha puesto banda sonora a mi vida".