_
_
_
_
Reportaje:

La casa sin barrer

Tarragona mantiene en estado de abandono el entorno ajardinado de la muralla, el circo y el anfiteatro romanos

Martín, ya jubilado, recuerda como un día, hace medio siglo, salió con sus compañeros del colegio para plantar esos árboles que pueden verse desde el Balcón del Mediterráneo. Durante años, aquellos pinos fueron una de las escasas zonas verdes del casco urbano de Tarragona. La vieja Tarraco, que tanto mimaron los romanos, no tiene ningún gran parque en el que sus habitantes puedan oxigenarse. Esta carencia, denunciada sistemáticamente por los partidos cuando están en la oposición -y olvidada cuando gobiernan- es endémica. Cabría esperar que, si no se remedia, por lo menos el Ayuntamiento cuide y conserve los pocos jardines urbanos que heredó de la etapa predemocrática. Pues no.

Hace unos años, los responsables municipales de Parques y Jardines empezaron a talar uno tras otro y muy lentamente -quizá para no escandalizar a la ciudadanía- los viejos pinos del parque del Milagro, situado frente al anfiteatro romano. Se trata de un monumento que, junto a la muralla y el circo romanos, ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Durante el curso escolar lo visitaban estudiantes de toda España, que aprovechaban el parque para tomarse un respiro en el recorrido cultural, columpiarse y comerse el bocadillo a la sombra de los pinos. Ahora apenas quedan media docena. La explicación de la tala fue que estaban enfermos o torcidos. Otros se serraron para facilitar una prueba de trial, según la actual responsable municipal de Patrimonio. También fueron arrancados los columpios.

Por el anfiteatro romano y, por tanto, por el parque del Miracle, pasaron el año pasado 127.187 personas, entre escolares y turistas. Todos ellos han debido ver el deplorable estado en el que se encuentran los accesos ajardinados al monumento. Tarragona, que en alguna ocasión ha recibido la escoba de plata, un galardón en reconocimiento a la limpieza, tiene ahora la casa sin barrer.

El responsable de Parques y Jardines del anterior mandato, Santiago Pallàs, argumentó que el equipo de Gobierno del que formaba parte (CiU y PP), desalojado ahora por los socialistas, tenía un presupuesto de casi un millón de euros para arreglarlo. Pero pasaron las semanas, los meses e incluso los años y los turistas que han visitado Tarragona en los dos últimos veranos han sufrido el estado lamentable del entorno de un monumento que es patrimonio de todos.

Algo parecido ocurre con otro parque situado a escasos metros, el llamado Jardín de la Reconciliación, vecino del circo y la muralla romanos, dos monumentos que en 2006 recibieron 172.352 visitas. Los bancos están sucios, los columpios, rotos, y las tres grandes jardineras de flores que cierran el recinto y lo separan de la carretera nacional permanecen rotas desde hace años sin que nadie en el Ayuntamiento parezca enterarse. El actual teniente de alcalde de Urbanismo, Josep Lluís Navarro, reconoció desconocer la situación: "Hace años que no transito por esa zona. Yo vivo en otra y no recuerdo muy bien cómo está".

Algo más enterada parece estar Rosa Rosell, responsable de Patrimonio, quien confió en poder comenzar a reparar ambas zonas antes de final de año usando el presupuesto que ya había reservado el anterior Gobierno. Lo que variará es el proyecto. Rosell explicó que el pasado día 3 estuvo en Empúries con varios técnicos municipales para copiar el tipo de ajardinamiento a base de vegetación mediterránea (pino, palmera enana, hierbas aromáticas y frutales) con que la ciudad separa la zona griega de la romana.

Ayer mismo, pocos días después de que este diario se pusiera en contacto con los responsables municipales, varios operarios empezaron a limpiar el parque y a retirar algunas de las jardineras que estaban rotas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_