25 presos gallegos para combatir los incendios
"La cárcel no huele a nada, aquí por lo menos huele a naturaleza", dice un brigadista de un grupo de 25 nuevos hombres que desde el 31 de julio limpian y patrullan por el monte mientras no llegan los incendios. Lo inusual es su procedencia: los cinco centros penitenciarios gallegos. La iniciativa es fruto de un acuerdo entre la Consellería de Medio Rural, Instituciones Penitenciarias y la Fundación Érguete-Integración para "contribuir a la reinserción social de reclusos" y "mejorar sus oportunidades para obtener empleo". Trabajan 3 meses, cobran 1.000 euros al mes y cotizan a la Seguridad Social.
El retén formado por cinco reclusos de Teixeiro (A Coruña) y un miembro de las brigadas de Medio Rural no descansa ni en los días festivos. A las 8.30 horas salen de la cárcel. Los recoge Daniel, capataz de la Consellería. Pero a día 15 de agosto el cabreo es evidente: nadie se dignó a avisarles de que trabajarían un día festivo, simplemente los levantaron a las 7.30 horas de la mañana. El problema es que a estos presos de tercer grado (régimen de semilibertad) les permiten salir de la cárcel los fines de semana y los días festivos, por lo que sus planes del día se diluyen con la lluvia: nada de comidas con la mujer y los suegros, nada de visitas, nada de día libre. A patrullar los caminos.
Por el momento, su trabajo consiste en limpiar el monte próximo al centro penitenciario, que pertenece al distrito de Betanzos. A algunos presos no les importaría trabajar como brigadistas: "A mí sí me gustaría trabajar en esto, aunque estoy buscando más cosas para cuando salga". Otros no lo tienen tan claro pero coinciden en la importancia de salir por algunas horas del centro penitenciario porque apenas tienen actividades en el exterior. Con el informe favorable de la Xunta de Tratamento de la cárcel de Teixeiro y la aprobación del juez de Vigilancia Penitenciaria salen cada día desde las 8.30 de la mañana hasta las 15.00 horas. Colaborar como brigadista, además, les puede dar puntos a su favor para que les concedan la libertad condicional cuando cumplan las dos terceras partes de su condena, situación que dos de ellos pedirán en un mes. Por ahora no se acercaron al fuego pero Daniel avisa, desde su experiencia, que las lunas van atrasadas por lo que puede que septiembre sea un mal mes.
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