"Las instituciones tienen poco sentido del humor"

Preguntarle al actor Santi Millán (Barcelona, 1968) cuándo piensa ponerse serio es meterse en camisa de once varas. Forjado en la compañía teatral La Cubana y conocido por su papel en la serie Siete vidas y sus colaboraciones con Andreu Buenafuente, el intérprete asegura encarar con humor incluso los temas más graves. Estos días prepara su regreso a los escenarios con Wanted, un show humorístico junto a Paco León, Santi Ibáñez y Toni Moog que se estrenará el 17 de agosto en Tarragona. En octubre regresa a la televisión autonómica catalana con un nuevo programa y llega a los cines su última película, La habitación de Fermat.

Pregunta. ¿Qué formato tiene el nuevo espectáculo?

Respuesta. Wanted nace de la buena sintonía que hay entre los cuatro y de las ganas de trabajar juntos, y en cada función actuamos sólo tres. El espectáculo se abre con todos en escena, y luego cada uno tiene su momento de gloria.

P. ¿No hay un cierto abuso de esta fórmula?

R. Eso es algo muy relativo. Es un tipo de espectáculo que se ha hecho siempre. En esencia el teatro es: alguien sobre el escenario y otro abajo que le escucha. Luego puedes hacer mil historias. Es como decir que se abusa de Hamlet.

P. ¿Wanted cuenta con un guión fijado?

R. Sí, pero somos sensibles a lo que ocurre en el patio de butacas. Si la gente se anima, podemos acabar haciendo cualquier cosa. Creo que lo que respirará el espectáculo es que somos muy gamberros. Pero aunque no lo parezca somos muy trabajadores y llevamos tres meses preparándolo. Para improvisar es necesario tener las cosas muy claras.

P. ¿De qué habla en escena?

R. Contamos cosas que nos han ocurrido a nosotros, en las que la gente pueda reconocerse. El humor necesita referentes.

P. ¿Quién lo dirige?

R. Yo soy el único insensato que se ha prestado a coordinar. Pero no se le puede llamar director, ¿quién se pone a dirigir a este trío?

P. ¿Es de los que opinan que se puede hacer humor de todo?

R. Sí. Pero al receptor le hará más o menos gracia según su momento vital, y en función de si le afecta o no directamente. Una de las reglas fundamentales es empezar el humor por ti mismo. Una vez te has reído de ti, puedes reírte de los demás.

P. ¿Las instituciones tienen sentido del humor?

R. La verdad es que poco. Y no sólo las instituciones. Creo que en la vida te encuentras con gente con muy poco sentido del humor. Y es una putada para ellos mismos. Con sentido del humor todo es más divertido.

P. ¿Qué opina de la controversia sobre la portada de El Jueves?

R. La Casa Real no se ha pronunciado, pero está visto que el humor sobre la Monarquía no acaba de ser bien recibido, aunque esto ha cambiado mucho de unos años hasta aquí. El Jueves ha dado un paso adelante y el juez ha adoptado una medida con la que creo que le ha salido el tiro por la culata, porque intentaba minimizar el efecto y ha conseguido lo contrario.

P. Desde Cinco hombres.com no se le había visto en teatro.

R. La verdad es que tenía ganas de volver para sentir el feedback directo de la gente.

P. ¿Qué nuevos retos profesionales le gustaría asumir?

R. Muchos. Entre otras cosas, me encantaría trabajar en el Teatre Lliure. Eso sí que sería un cambio de tercio.