_
_
_
_
Análisis:A LA PARRILLA
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

"Ponme el parte"

Juan Cruz

Lo mejor que tiene -y tiene cosas muy buenas- Lorenzo Milá es su naturalidad; es sencillo y afectuoso con el telespectador. Una vez lo vi subido a un estrado, en el hotel Ritz de Madrid, y estaba enfrascado en la presentación de un libro que mereció la concurrencia de Camilo José Cela, que a pesar de las apariencias estaba reñido con la naturalidad. Me fui de allí pensando que a Lorenzo Milá no lo iba a doblegar nadie, ni la fama lo iba a hacer superficial, banal, tontuelo. Para nada. Su éxito en La 2, que fue un éxito gratificante para la información, se debió a esa naturalidad, que incluye una deferencia con el telespectador: explica, pero no impone. En su telediario, el de TVE-1, en su segunda edición, ha dominado los nervios primerizos y ha vuelto a ser el Milá de los primeros tiempos de La 2: explicativo pero no impositivo. Y, además, con mucho sentido del humor, para lo que dice cuando lee en el teleprompter, y para lo que apostilla. Hace poco se escuchó, en un reportaje sobre los olores y el cuerpo, una ventosidad sonora, y él la dejó ir con la sabiduría del que sabe que el telespectador es al menos tan inteligente como él. Y anteanoche, primero con Rosana Romero, la periodista de deportes, y después consigo mismo, tras la emisión de uno de los ensayos de Cuéntame cómo pasó, Milá dio lo mejor de sí mismo. Rosana Romero le contó que en China va a estar prohibido besarse durante los Juegos Olímpicos, y, como un Walter Matthau de la tele, la invitó a romper allí mismo la prohibición de los chinos; en esos diálogos que sirven de transición entre una información y otra, Milá ha depurado la técnica y ha refrescado el ambiente. Y cuando ya iba a despedir el telediario, hizo lo que pocas veces había hecho: en la pantalla de ficción Imanol Arias había pedido: "Ponme el parte". Y Milá, como si reprodujera una nostalgia propia, acabó el informativo con la misma frase: "Ponme el parte". El libro que podría hacerse con su invocación.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_