Europa pasa por Transilvania

Europa pasa por Transilvania. El Atlético se juega su presencia en la Copa de la UEFA entre las montañas recónditas de los Cárpatos, donde tardó tres horas para recorrer un centenar de kilómetros. La Intertoto es la última oportunidad para salvar la temporada. A priori, ante un rival sin historia ni pedigrí. A Javier Aguirre le da igual. No se fía del Gloria Bistrita, que eliminó en los penaltis al Maccabi Haifa israelí, que estuvo a un palmo de remontar el 0-2 que cedieron en su campo.

"La verdad es que no hay favorito", aseguró el técnico mexicano, renovado por una campaña, que se quitó toda presión de encima. "Es difícil que el equipo juegue de manera diferente a la pasada temporada con dos semanas de entrenamiento. Sería bueno sacar un buen resultado, pues estamos hablando de un rival que ya ha dejado a dos equipos en la cuneta y que no nos lo va a poner fácil", insistió. Parecía que, en vez de un equipo menor, estaba hablando de un enemigo poderoso, del vampiro que Bram Stoker llevó a un libro. Aguirre incluso vaticinó que el "clima y las circunstancias" influirían en el duelo.

El encuentro preocupa sobremanera en la expedición rojiblanca, que aterrizó en Rumania, tras cuatro horas de vuelo, pasadas las dos de la noche del jueves al viernes. Las sensaciones no fueron buenas. Un tiroteo en Barajas, con la policía y un indigente como protagonistas, alteró el viaje.

Ayer, ya por la tarde, la plantilla del Atlético se ejercitó en el estadio. No estaba sola. Los jugadores del Gloria Bistrita estuvieron en las gradas sin quitar ojo a las evoluciones de los rojiblancos. Cuando el grupo madrileño enfiló el camino de los vestuarios los rumanos saltaron al césped, encantados de no tener que medirse a Luis García ni Forlán. Ni a Fernando Torres, que jugó, ante el Auxerre, su segundo partido con el Liverpool. "Pero tenemos a Raúl García", expuso Aguirre. Parecía su agente: "Tiene llegada al segundo palo, pisa muy bien el área, está integrado y tiene experiencia europea".

La vuelta, en el Calderón, con la afición pendiente del futuro del campo, será dentro de una semana.