La Sagrada Familia invade la calle
Literalmente, la Sagrada Familia invade la calle de Mallorca. La fachada de la Glòria, ideada como la principal del templo por Antoni Gaudí, se ha llevado por delante un trozo de acera del lado montaña de esa calle. El Ayuntamiento de Barcelona lo ha advertido demasiado tarde. Se trata de una situación completamente anómala en cualquier obra de ciudad que cumpla los requisitos de licencia de obras y tenga control administrativo, algo a lo que el templo no ha estado sujeto nunca (véase EL PAÍS del 22 y 23 de junio). Las obras del templo han avanzado a lo largo de los años gracias al silencio administrativo con el que se iniciaron y por la política del avestruz del Ayuntamiento de Barcelona en este caso.
El distrito del Eixample ha pedido a la junta constructora que retrase una valla y reponga la acera rota
Un informe requerido por el túnel del AVE hace recomendaciones sobre el edificio de La Pedrera
Los cimientos de la fachada de la Glòria se construyeron entre 1999 y 2001
El templo sigue enfrentado a las administraciones por el paso del AVE
Las columnas de la fachada de la Glòria están adelantadas sobre la alineación del resto de la calle de Mallorca
Los cimientos de la fachada de la Glòria se construyeron entre 1999 y 2001, apuntan fuentes del patronato del templo. Las mismas que niegan en redondo que las ocho columnas de la citada puerta hayan sobrepasado el alineamiento del resto de la calle de Mallorca. Esto, sin embargo, lo reconocen dos ámbitos de responsabilidad distintos del consistorio barcelonés.
Técnicos de urbanismo apuntan que el avance puede ser de unos 50 centímetros, mientras que el distrito lo rebaja a alrededor de 20. Unos y otros coinciden en que esa anomalía fue detectada a posteriori, precisamente por la falta de control. "Después ya era demasiado tarde", vienen a decir las fuentes consultadas. Otras, más radicales, llegaron a proponer que se pararan las obras.
El ritmo de construcción del templo ha generado cambios en el perfil de las aceras que lo rodeaban a medida que avanzaba o cuando se construyó el taller en la esquina de las calles de Mallorca y Marina, por ejemplo.
"La calle tiene 20 metros, como todas las del Eixample", asegura la junta constructora. Pero eso no es exacto, como se puede comprobar si se compara la sección de las aceras de la misma calle de Mallorca en el tramo anterior a la de Marina y, en la dirección contraria, antes de llegar a la calle de Cerdenya.
Recientemente, el distrito del Eixample -que en el mandato anterior fue responsabilidad de Assumpta Escarp y lo seguirá siendo en el que acaba de empezar- ha requerido a la junta del templo que restaure los daños que ha ocasionado el trasiego de camiones en la acera de la calle de Mallorca y que retrase la valla que sobresale justo frente a las columnas.
"El suelo está medio roto y hay poco espacio antes de la calzada", argumenta la edil. De momento, estos trabajos no se han realizado y los cientos de turistas que pasan por ese lado de la calle de Mallorca mirando hacia arriba, para ver la fachada en obras, tienen que andar con ojo para no trastabillar.
Tanto fuentes del Ministerio de Fomento como del Departamento de Política Territorial de la Generalitat han señalado que el refuerzo del subsuelo de la calle de Mallorca junto a la Sagrada Familia por el paso del AVE, se ha proyectado teniendo en cuenta la cimentación de la fachada de la Glòria -de acuerdo con los planes del propio templo- y los sondeos que se realizaron en el subsuelo. "Incluso aunque hubiese un desvío de hasta 50 centímetros en los cimientos de las columnas no habría problemas para el refuerzo previsto", señalan las fuentes de Política Territorial, que realizó un informe por encargo de la Dirección General de Patrimonio, que a su vez lo tramitó a instancias del Ministerio de Fomento para realizar el estudio informativo del túnel del AVE desde Sants hasta Sagrera. Ese informe no hace especial mención a la Sagrada Familia, pero sí expresa recomendaciones respecto a La Pedrera, también obra de Gaudí. En concreto, sobre mediciones y sondeos, indican las mismas fuentes.
Mientras tanto, las posturas respecto al trazado del AVE parece que no se mueven. El patronato del templo, al igual que la Plataforma AVE por el Litoral y el bloque de la oposición municipal que forman CiU, el PP y ERC, exigen que el AVE no pase a los pies del templo. De hecho, la oposición quiere presentar una moción en el pleno extraordinario que se celebrará a mediados de este mes. La Generalitat y el bipartito de Jordi Hereu e Imma Mayol defienden el trazado y la seguridad del templo.
Parece difícil que una u otra postura se concilien en el tiempo que resta, por ejemplo, en la redacción del proyecto ejecutivo del túnel. Y también es complicado vislumbrar una mesa en la que el Ayuntamiento y la junta constructora de la Sagrada Familia hablen sobre el futuro. Sobre todo, de los planes del templo de perforar la manzana frente a la fachada de la Glòria.
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