Reacción en cadena
Cosas grandes suceden por cosas pequeñas. Nimios detalles que jamás serían percibidos de otro modo se convierten en absolutos protagonistas. Causas de causas. Aceleradores que no se ven. Efectos descontrolados. Falta de comunicación y dificultad en el análisis. Estando en cabeza, New Zealand perdió la quinta regata por un incidente. El spi reventó y el cambio a una nueva vela se les atragantó. Aun así, Grant Dalton, el director general del equipo, que navega en el barco y que trabaja como el que más, dio una lección de sabiduría y humildad.
Algo fue mal. La vela roja se rompió en la izada. Nada grave a primera vista, una raja de 20 centímetros en una vela de más de 500 metros cuadrados. Los tripulantes lo vieron y prepararon la vela de recambio. Sin prisa pero sin pausa. Hasta ahí todo rutina. Grant Dalton contaba después de la prueba: "Teníamos una raja en la vela y si, la hubiéramos cambiado 20s antes, el incidente no habría ocurrido. Pero 10s antes de que izáramos la vela de sustitución chocamos contra una ola grande. La carga se incrementó y la vela explotó".
El proa, volando sobre el mar a cuatro metros de altura en la punta del tangón, soportó como pudo la sacudida. Y llegó el caos. La vela de recambio se izó pero no estaba bien atada. Mientras tanto, el Alinghi se deslizaba con cada ola. Otra vela, la segunda de recambio, llegó hasta la punta del palo pero estaba liada. Al final, más de 150 metros de pérdida. Alinghi ya estaba delante.
Una reacción en cadena, un roce, una raja pequeña en un punto crítico, una ola que incrementa la carga, una explosión, una sacudida fuerte, mosquetones que se abren, velas flameando al viento. Dalton contaba: "Se podría decir que en este punto dejamos de comunicarnos bien".
Pero ya pensando en el futuro añadía: "No sé qué podríamos haber hecho para evitarlo. Es una avería muy difícil de practicar". Daba por sentado que a este nivel cualquier fallo siempre es un error. Por definición. "Si lo atribuimos a la suerte, no podremos mejorar y no creceremos como equipo. Pero así el equipo se mantendrá sólido como una roca. Por ello vamos a pedir perdón al equipo de tierra". Dalton terminó filosófico: "La manera en que se reacciona frente a algo así es la clave de cómo el equipo se enfrentará al futuro".
Luis Sáenz Mariscal es abogado del Luna Rossa, finalista de la Copa Louis Vuitton.
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