El gran desengaño
Destinado a ganarlo todo, el Barça ha cuajado una Liga irregular a rebufo de la pérdida de los grandes títulos a los que aspiraba
El Barcelona aspiraba a siete títulos. Sólo triunfó en la Supercopa de España y en la Copa Catalunya. Campeón de Liga y Champions la campaña pasada, al cuadro de Frank Rijkaard se le escabulló su 19º campeonato para gloria de Fabio Capello. A continuación, los instantes que decidieron el revés azulgrana:
- La derrota de Mónaco. El Barça viajó a Mónaco para jugar la Supercopa de Europa ante el Sevilla más pendiente del glamour y el turismo que de otra cosa. Puyol, Deco, Eto'o y Ronaldinho fueron galardonados por la UEFA por ser los mejores en la última Champions. Encaramado al pedestal, el Barça ni se enteró de la final ante un gran Sevilla (3-0). "No somos invencibles", dijo Deco para bajar al entorno a la tierra. El club tomó la derrota como un accidente. El tiempo demostró que no lo fue.
- La lesión de Eto'o y Messi. Tumbado en el césped del Waldorff Stadium, el del Werder Bremen, Eto'o señaló con el dedo su rodilla rota. Fue un momento fatídico para el Barça. Sus compañeros quedaron consternados: corría la cuarta jornada de Liga y perdían por cinco meses al pichichi. "Seguid ganando; vuelvo pronto", les animó el africano. El golpe no llegó solo: Messi se rompía un dedo del pie ante el Zaragoza mes y medio después. Con Ronaldinho agotado por el Mundial, Rijkaard se quedaba sin dos de sus arietes.
- El fracaso del Mundialito. Tras media parte maravillosa ante el Werder Bremen, que le permitió seguir en Europa, el Barça viajó a Japón para jugar la final del Mundialito de clubes, el único título que falta en sus vitrinas. Y se repitió la historia de Mónaco. Tras golear en la semifinal al América (4-0), los azulgrana cayeron en la final (1-0) ante el modesto Internacional de Porto Alegre. El Barça se quedó petrificado. Y Rijkaard, hundido. "Ha sido un gran fracaso", admitió muy afectado.
- La ira de Eto'o ante el Racing. El Barça deambuló en la Liga, camuflando sus raquíticos resultados con los tropiezos de Madrid y Sevilla. Las grandes citas se contaban por derrotas (2-0 en Madrid; 3-0 en Montjuïc, con un puñetazo de Rijkaard a la mampara del banquillo incluido) y a Eto'o se le aguardaba como a un mesías. Y llegó el día de su vuelta ante el Racing (2-0) y Rijkaard desveló que Eto'o se negó a jugar siete minutos. El africano escupió demonios: acusó al técnico de "mala persona" y a Ronaldinho de entrenarse poco. Joan Laporta amparó al camerunés antes de su arrebato y se temió el cisma. No fue así. Rijkaard cerró la crisis anunciando que se quedaba. El mito del vestuario unido saltó por los aires.
- La caída en Anfield. Nueve días después, Víctor Valdés cometía un error histórico en la Champions al tragarse un cabezazo de Bellamy (1-2) ante el Liverpool. El Barça no supo sobreponerse. Una semana después, ganó en Anfield (0-1) pero perdió su corona europea. Deco declaró: "No nos vamos a cortar las venas por haber perdido". La clasificación para la semifinal de la Copa, ante el Zaragoza, calmó los ánimos.
- El agrio debate sobre El Gaucho. Unas fotos delataron que Ronaldinho no tenía los mismos abdominales que antaño y se desató la polémica sobre su supuesto sobrepeso y sus reiteradas ausencias en los entrenamientos y su inclinación a quedarse en el gimnasio. Acusado de llevar una agitada vida nocturna y de entrenarse poco, El Gaucho replicó las fotos con un partidazo ante el Athletic que ratificó el liderato. La alegría duró poco: una jornada después falló un penalti decisivo ante el Sevilla (2-1). Empezaba el calvario. Era la jornada 25. Al Barça se le iba el liderato.
- La estéril divinidad de Messi. Una jornada después, el Barça recuperaba el mando de la Liga gracias al Nàstic, que venció al Sevilla, y a Messi. Con solo 19 años, marcó un hat-trick a Casillas, que dejaba al Madrid a cinco puntos del Barça. Un mes después, maravillaría a todo el mundo calcando el gol que Maradona logró en México 86, ante el Getafe en la Copa (5-2), que a la postre resultaría estéril. "Vi un hueco y me fui hacia adelante", resumió. El Barça veía cerca el doblete.
- Adiós a la Copa y al liderato. Con el Madrid pisándole los talones, el Barça acudió a Getafe pensando que tenía la final en el bolsillo. Motivadísimo por el escarnio del gol de La Pulga, el grupo de Bernd Schuster apabulló a los azulgrana (4-0). "Siento vergüenza. Pido perdón a los socios", dijo Eto'o. Lo peor estaba por llegar: cuatro días después, el Betis empataba en el último minuto en el Camp Nou con cinco azulgranas de espaldas a la portería (1-1). El liderato pasó a manos del Madrid. Laporta sufrió su primera pañolada.
- La puntilla final del Espanyol. Quedaban dos jornadas y un sueño: lograr que el Zaragoza ganara al Madrid y que el Barça derrotara a un Espanyol que sólo se jugaba el honor. En una noche apasionante, el Camp Nou pasó en segundos de vivir una fiesta a una película de terror con dos goles, en 18 segundos, de Tamudo (2-2) y Van Nistelrroy (2-2), que pintaban la Liga de blanco. "El partido es el resumen de todo el año. Hemos perdido la Liga nosotros", dijo Xavi. "Nos queda defender nuestro orgullo", dijo un Rijkaard apesadumbrado. La afición desfiló en silencio.
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