La FIFA sí se atreve con Malí

El seleccionador de Malí, Jean-François Jodar, confirmó ayer que la FIFA había obligado a la federación del país africano a que dejara que el centrocampista madridista Mahamadou Diarra y el delantero del Sevilla Frèdèric Kanouté abandonaran la concentración del equipo nacional previa al enfrentamiento del sábado contra Sierra Leona dentro de la fase de clasificación para la Copa de África y volaran hasta España para disputar la última jornada de Liga, en la que los clubes de ambos futbolistas parten con posibilidades de hacerse con el título. "Es cierto que tienen que volver. La FIFA se ha puesto en contacto con la federación de fútbol de Malí y Kanouté y Diarra deben regresar para jugar con sus clubes", aseguró Jodar en declaraciones a Punto Radio.

S. FUERTES

El seleccionador de Malí no dudó en calificar la intervención del máximo organismo del fútbol mundial como "una falta de respeto" al quitarle a dos de sus mejores jugadores apenas unos días antes de un partido tremendamente importante para sus objetivos. La FIFA siempre ha defendido a las selecciones ante los clubes, siempre ha priorizado las competiciones internacionales a las locales. En muchas ocasiones, amistosos incluidos. Pero ayer, la FIFA presionó al equipo del país africano a pesar de que en el partido del sábado se juega algo muy importante para su futuro, mientras que no es capaz de doblegar a la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) para que dé permiso a Robinho (Madrid) o a Alves (Sevilla) -que se ha desplazado obedientemente a su país a la espera de que le dejen disputar la final de Copa del Rey del próximo día 23- sin tener en perspectiva ningún encuentro oficial hasta el inicio de la Copa América, el día 27 para Brasil, en Puerto Ordaz, contra México. Jodar asume que en la FIFA tiene una explicación legal para esta situación, pero también está convencido de que no existe tal justificación en el plano moral.

Está previsto que Diarra y Kanouté lleguen a París poco después de las nueve de esta mañana para luego viajar a Madrid y Sevilla.

La situación no es fácil para ninguno de los dos jugadores. La importancia del partido y el entusiasmo, muchas veces excesivo, con el que se vive el desempeño de la selección en Malí supondría que, en caso de derrota, sus familias y sus propiedades pueden correr peligro.

Mientras tanto, el madridista Robinho ha asegurado que se quedará en Madrid hasta que se dispute el último partido de Liga, aunque no llegue a jugarlo por miedo a una reclamación de la CBF que pudiera hacer perder al Madrid los puntos que llegara a lograr contra el Mallorca y que pueden darle el título.Por otro lado, el portero sevillista Palop ha pasado un par de noches hospitalizado por un proceso febril agudo.