El título no asegura a Capello

Decía el barón De Coubertin que lo importante no es ganar, sino participar. En el Madrid nadie se lo ha creído nunca y menos aún el presidente, Ramón Calderón, quien decidió fichar a Fabio Capello -después de tres años sin títulos- porque le avalaba un pasado lleno de triunfos. El italiano era, para todos, "míster Resultados". Lo demostraba su currículo -en el Milan, el Roma y el Juventus- y su paso previo por Chamartín, hace ya una década.

El italiano tiene la sensación de que el presidente no tomará la decisión por sí solo

Decía el barón De Coubertin que lo importante no es ganar, sino participar. En el Madrid nadie se lo ha creído nunca y menos aún el presidente, Ramón Calderón, quien decidió fichar a Fabio Capello -después de tres años sin títulos- porque le avalaba un pasado lleno de triunfos. El italiano era, para todos, míster Resultados. Lo demostraba su currículo -en el Milan, el Roma y el Juventus- y su paso previo por Chamartín, hace ya una década.

Capello no se ha cansado de repetir en los últimos meses que lo importante "son los resultados y las victorias la mejor medicina", pero, hoy en día, ni con ello se siente seguro. No tiene claro que vaya a seguir en el banquillo blanco. Ni siquiera si gana la Liga este domingo contra el Mallorca. Ésa es la impresión que transmitió a su entorno tras la reunión que mantuvo ayer en el Bernabéu con Calderón. "La sensación que ha tenido después de la charla es que el presidente no va ser capaz de tomar una decisión por sí solo sobre su continuidad", aseguraron fuentes próximas a él. "Se siente pendiente de un hilo. Ve que no hay nada planificado y que todo dependerá del momento. No ha percibido ninguna certeza sobre su futuro. No se siente seguro", añadieron.

Calderón y Capello se reunieron en el despacho del presidente durante una hora para, según un escueto comunicado del club, "intercambiar impresiones sobre el decisivo partido contra el Mallorca". Y, cómo no, el encuentro terminó con una instantánea que retrataba al presidente y el técnico apretándose las manos con una sonrisa. La cita se produjo a instancias del presidente, que ya el pasado sábado, en el aeropuerto de Zaragoza, mantuvo una charla con Capello tras varios meses de desencuentros.

"Lo de que hay que concentrar los esfuerzos y estar unidos es una mentira grande como una casa, una pantomima para demostrar a la prensa que la directiva y la dirección deportiva van juntas", explican fuentes de la cúpula deportiva del club. "Pero todos saben que desde hace meses las relaciones entre ambos se limitan a un educado 'buenos días y buenas tardes'. Calderón no ha sido capaz de decirle a Capello que quiere seguir con él como tampoco fue capaz de decirle a la cara que en febrero pasado estableció contacto con Bernd Schuster [del Getafe] para ofrecerle el banquillo a partir de 30 de junio", matizan algunos colaboradores de Capello.

Pese a ello, el presidente de la entidad blanca aseguró, en una entrevista concedida a Onda Cero, que se lleva "magníficamente bien" con Capello, que su continuidad no depende del título liguero y que si el deseo de todos es que siga así será. "Nunca voy a ir en contra de los responsables de cada parcela", declaró. También dijo que no acudirá a la Cibeles si el Madrid es campeón: "Es una fiesta para los jugadores y los aficionados".

Este periódico intentó ayer hablar con Calderón, pero éste se negó a hacer cualquier comentario sobre la reunión que mantuvo con el italiano. "Para hablar del tema está mi jefe de prensa", se excusó.

Fuentes del club aseguran que la situación del técnico italiano no ha cambiado mucho en las últimas semanas. Ya antes del partido contra el Recreativo [2-3], el pasado 20 de mayo, Capello sabía que tenía pocas posibilidades de quedarse. El presidente, según el entorno del técnico, no quiere tomar una decisión por sí solo porque, "en caso de equivocarse, quiere compartir las responsabilidades".

Algunos miembros de la directiva no quieren que Capello siga ni siquiera si gana el título. Temen que la próxima temporada, si el equipo no arranca con buenos resultados, se produzca de nuevo una marea en contra del técnico.