Los días de fuego de Vincent van Gogh
El Thyssen expone a partir de mañana los últimos paisajes, pintados en Auvers-sur-Oise
El 27 de julio de 1890, cuando el sol empezaba a ponerse después de una sofocante jornada, Vincent van Gogh empezó a dar nerviosos paseos por los campos que estaba pintando, en los alrededores de Auvers. De repente sacó una pequeña pistola del bolsillo y se reventó el pecho de un disparo. Durante casi 24 horas agonizó junto a su hermano Theo. Tenía 37 años. Vincent moría dejando atrás centenares de cuadros y una pobreza absoluta. Si en vida sólo consiguió vender un cuadro, La viña roja, a una galerista holandesa, su obra alcanzaría después cifras multimillonarias y lugares de honor en las colecciones de museos de todo el mundo. El retrato del doctor Gachet alcanzó los 30 millones de euros. La Fundación Thyssen (wwwmuseothyssen.org) expone a partir de mañana en Madrid una selección de los 70 paisajes que Vincent pintó en Auvers.
Hacía una semana que al artista le habían dado el alta en el manicomio de Saint-Rémy
Durante los dos meses que Van Gogh vive en Auvers pinta 72 obras, 33 dibujos y realiza un grabado
¿Qué pasó antes de que cogiera la pistola? Vincent había llegado a Auvers, un pequeño pueblo situado a menos de una hora de París, el 20 de mayo de 1890. Hacía una semana que le habían dado el alta en el manicomio de Saint-Rémy después de un año de internamiento y 200 obras a sus espaldas. Bajó del tren esperando encontrar una vida tranquila y una nueva etapa para su vocación. Parecía que el campo le iba a proporcionar salud y calma, pero la ilusión apenas duró dos meses. No pudo sobreponerse a la nueva crisis.
Esta exposición, cuyo comisario es el conservador jefe de la fundación, Guillermo Solana, muestra 30 obras (27 pinturas y 3 dibujos) procedentes de los principales museos y colecciones privadas del mundo. Además les acompañan seis óleos de los tres pintores considerados precursores de Van Gogh y que habían trabajado en Auvers antes que él. Son Cézanne, Daubigny y Pissarro. El propio museo incluye una de las joyas de su colección permanente, Les vessenots, pintada por Vincent en Auvers.
Durante los 70 días que vive en Auvers pinta 72 cuadros, 33 dibujos y 1 grabado. Más de una obra por día, más de doce horas con el pincel en las manos.
En una de las numerosas cartas a su hermano Theo le dice: "Estos días trabajo mucho y deprisa; al hacerlo así trato de expresar el paso desesperadamente rápido de las cosas en la vida moderna". En Auvers, Van Gogh se reencuentra con los temas paisajísticos de sus inicios. Al día siguiente de su llegada, ya le escribe a Theo entusiasmado con las viejas casas de tejado de paja, cada vez más raras. "Pero los chalés modernos y las casas de campo burguesas me parecen casi tan bonitos como esas chozas que se caen a pedazos". Le fascina el amarillo y ocre de los tejados de las chozas, al igual que el del campo.
En su última etapa recupera la mirada de los grandes paisajistas holandeses del siglo XVII, a los que siempre admiró; se lanza al color plano que había aprendido de Gauguin, y recoge las enseñanzas de Rubens, Delacroix y Constable.
Su trazo se hace cada vez más grueso y sus paisajes se vacían de personas. Si durante un tiempo los protagonistas son los campesinos en plena faena, en los que ahora se pueden ver en Madrid es la naturaleza la que predomina.
Pintaba mucho, pero estaba muy solo. Tras la dolorosa ruptura con Gauguin, que termina con su famosa automutilación de una oreja, no vuelve a tener un amigo íntimo. Y también persiste su desastre amoroso. En toda su vida no ha conseguido una relación satisfactoria. La suya es una cadena de rechazos y desencuentros. La única relación con el mundo es a través de su hermano, pero Theo se ha casado pocos meses antes de que Vincent se instale en Auvers. Lo cierto es que su delirio aumenta por días y la crisis reaparece de manera traidora hasta colocarle la pistola en la mano que acabaría con su vida.
El pueblo del doctor Gachet
FUE EL PINTOR CAMILLE PISSARRO el responsable de que Van Gogh se instalara en la pequeña localidad francesa de Auvers-sur-Oise. Él fue quien sugirió a Theo el nombre de Paul-Ferdinand Gachet como la persona más adecuada para cuidar a Vincent. Gachet era, además, artista aficionado y viejo amigo de algunos pintores impresionistas, como del propio Pissarro, Cézanne y Guillaumin, entre otros. La población de Auvers está a unos treinta kilómetros al noroeste de París.
En la actualidad conserva el encanto que tuvo entonces, pese a los turistas que viajan hasta allí para visitar el cuarto donde vivió, pintó y murió Van Gogh, así como la tumba donde reposa junto a su amado hermano.
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