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Vela | Louis Vuitton

Tercer paseo de New Zealand, a dos triunfos de desafiar al Alinghi

El viento bajó de los 14 a los 10 nudos, y qué. Spithill por fin se impuso en la salida, y qué. Dan igual las circunstancias atmosféricas, da igual el campo de juego. Luna Rossa sigue siendo un guiñapo a merced de la perfección gris, New Zealand. Tercera regata y tercer triunfo de los kiwis, ni por 8 segundos ni por 40 como los anteriores; ayer fueron 98 segundos. La situación es desesperada para los italianos. No saben por dónde tirar.

El último argumento que les quedaba era salir un día por delante. Ayer lo consiguieron. Luna Rossa emergió con velocidad y cuatro segundos por delante de New Zealand; pero que salir primero sea sinónimo de victoria es un tópico más de la Copa del América. Lo que realmente cuenta es que el oponente salga mal, y no fue el caso de New Zealand, que partió segundo, pero por el lado que quería salir, donde consideraba que había más viento. Sacrificó velocidad por posición, y ganó el órdago. La delantera italiana apenas duró un par de minutos. Con el primer cruce, New Zealand se puso en cabeza y se escapó como nunca había ocurrido hasta entonces. La diferencia atmosférica respecto a días anteriores estuvo en que el viento dejó de soplar con fuerza. De los 14 nudos, donde en teoría el barco kiwi no navega con alegría, a menos de los diez nudos, cuando el diseño de New Zealand alcanza su óptimo comportamiento. En esas circunstancias, Luna Rossa pareció un barco de segunda división ante el dominio kiwi. Por tercer día, los italianos lo intentaron todo, pero ya sin argumentos, sin programa y hasta sin moral. Realizaron maniobras desesperadas, al tuntún, por si sonaba la flauta, dando aún más la sensación de impotencia.

Con un día de fiesta por delante, a Luna Rossa le falta por intentar llevarse de farra a los kiwis, barra libre incluida, aunque ni así, nos tememos, se desconcentrarían los hombres del New Zealand, que sólo viven en Valencia para llevarse con su barco la Copa del América.

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