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Entrevista:José Luis Baltar | Presidente de la Diputación de Ourense

"Si la Xunta es sectaria, la Diputación lo será"

La que ha presidido de forma personalista durante los últimos 20 años es la única diputación que estaba segura para el PP el pasado domingo. José Luis Baltar (Esgos, 1940) afronta su sexto mandato al frente de la institución provincial y del PP orensano con el compromiso de renovar el 50% de su partido "para que nadie se duerma en los laureles" y con una advertencia al Gobierno gallego: "Si la Xunta reparte subvenciones de manera sectaria, la Diputación de Ourense reequilibrará las inversiones ayudando a los ayuntamientos populares". Baltar que ha tomado nota de los dos diputados provinciales que el PSOE le arrebató el pasado domingo refrenda su pacto con el presidente del PP: "Mi compromiso con Alberto Núñez Feijóo ya no tiene marcha atrás".

"El relevo de Cabezas se hizo tarde, nos pasó factura una guerra mediática en la que no participé"
"Es difícil que la gente se quede en casa porque yo repaso los listados y sé quién votó y quién no lo hizo"
"Con Cacharro en Lugo tal vez ha faltado tacto, diálogo para alcanzar un acuerdo"
"Feijóo sale reforzado de estas elecciones, mi compromiso con él ya no tiene marcha atrás"
"Fuimos soberbios, pensamos que estaba hecho y nos dieron una cura de humildad"
"Podemos gobernar junto a BNG y PSOE olvidando los flecos que nos separan"

Pregunta. Usted ha sido uno de los pocos dirigentes populares que ha hecho autocrítica después de los resultados del domingo.

Respuesta En general son unos buenos resultados, ganar unas elecciones municipales en España con un Gobierno socialista puede ser un punto de partida importante. En Galicia también hemos ganado, tenemos más votos, más mayorías absolutas y más concejales que PSOE y BNG. Ganamos rotundamente pero con unos resultados inferiores a nuestras expectativas.

P. En la provincia de Ourense el PP no ha arrasado como solía y ha perdido la capital.

R. En Ourense el PP también ha tenido más votos, más mayorías absolutas y más concejales, pero los resultados no son satisfactorios. Hemos perdido la mayoría en el ayuntamiento de Ourense y en otros municipios que no pensábamos perder como Maside o Lobios... En otros ayuntamientos con mayorías absolutas bajamos mucho, como en Ramirás, Celanova, Paderne, donde había un holgado colchón y ahora hemos quedado casi al límite.

P. ¿A qué atribuye ese descenso en la provincia?

R. En la ciudad de Ourense llevábamos el mejor candidato, pongo la mano en el fuego. Nadie hubiese sacado tantos votos como Poly Nóvoa. Dentro de la ciudad bajamos en cuatro de cinco distritos. Me sorprende bajar en el centro que es un feudo tradicional del Partido Popular.

P. ¿Ha tenido algo que ver el relevo de Cabezas?

R. Desde luego hay que tener en cuenta el deterioro que el PP de Ourense ha sufrido con Cabezas por una guerra mediática de un periódico [La Región] que atacaba al alcalde y que al final repercutió en el PP. Esa situación afectó mucho hasta que Cabezas abandonó la alcaldía y llegó Enrique Nóvoa. Eso fue en el mes de febrero y aunque cesaron los ataques al Partido Popular, el poso de esos dos años de guerra quedó y no hubo tiempo a remontar.

P. Alguna gente le acusó de estar detrás de esa guerra.

R. Yo no resuelvo las guerras de partido en los medios de comunicación, las arreglo yo. Si tuviese algún problema con Cabezas, lo diría abiertamente. Yo avisé de que esa guerra no tenía solución, de que iba a ganar el uno o el otro porque los dos iban a muerte, pero no tuve nada que ver. Había gente que decía que yo podía pararlo porque tengo una buena relación con ese medio de comunicación, pero a mí ya me dijo ese periódico que iba a por Cabezas y que si yo me ponía en medio irían a por mí también.

P. ¿Cree que el relevo de Cabezas se debió hacer antes?

R. Sí, se debería haber hecho antes. Pero era un alcalde electo. Es más, yo le dije que si quería seguir, hubiera repetido como candidato y Cabezas no quiso. Aun así, yo aseguro que Nóvoa era el mejor candidato, ni Cabezas ni nadie hubiera sacado mejores resultados.

P. ¿Cree que los partidarios del anterior alcalde se quedaron en casa el domingo?

R. Hombre, no lo creo. Es difícil que se queden en casa porque todo el mundo sabe que yo examino las elecciones con los listados en la mano. Yo sé quién votó y quién no votó, lo que no puedo saber es a quién votaron. Pero me sorprende que haya tantos votos para Democracia Orensana y tantas papeletas en blanco. Pero yo no quiero culpar a nadie, cuando tenga datos lo diré.

P. ¿Qué ha fallado en el resto de la provincia?

R. No hicimos la necesaria renovación. Yo analizo los concellos donde bajamos y nos ha faltado renovar a algunos alcaldes. Y donde la hicimos llegamos tarde. No podemos renovar un mes o dos antes de las elecciones. Cuando pensamos que el candidato no ha sido el apropiado hay que buscarle el relevo ya. Además, estamos acostumbrados a alcaldes que ejercen cómodamente y ahora tenemos un gobierno en contra que tiende sus raíces en todos los estratos sociales para sacar votos. No es lo mismo gobernar con la Xunta y el Gobierno del PP y muchos alcaldes no supieron leer esa situación.

P. ¿Esa renovación la va a acometer en Ourense?

R. Vamos a hacer una renovación, una reforma y a proponer otro funcionamiento en el partido. Igual nos hemos dormido en los laureles y este resultado nos sirve para darnos un toque y para que espabilemos. En Ourense debemos ir a una renovación del 50% en la primera fase. La gente quiere nuevas caras, hay gente joven con 30 años que sólo ha conocido un alcalde. No quiero decir que alguien no pueda estar 20 años gobernando, pero deben ser excepciones. Yo creo que 12 años de mandato debería ser el máximo.

P. ¿Renovación de todos menos del presidente provincial?

R. A lo mejor debería empezar por mí y, si el partido lo decide, así lo haré. Pero yo no abandono el barco en malas circunstancias. Las cosas no van bien y yo estaré ahí. No me voy a ir porque me lo pidan cuatro señores que optan a mi puesto desde hace tiempo. Otra cosa es que me lo reclamen los alcaldes o el partido. Yo estoy dispuesto siempre, porque a mí ya no se me pierde nada en la política mas que ayudar en los momentos difíciles porque yo soy de los valientes.

P. ¿Cómo sale el liderazgo de Feijóo de estas elecciones?

R. Sale reforzado. Lleva un año y medio y ha mantenido el resultado porque sólo bajamos el 1,63% respecto a 2003 sin que el PP tenga ahora el Gobierno de la Xunta y el de Madrid.

P. Usted ha reconocido en algunos mítines que se equivocó apoyando a Cuiña.

R. Yo he dicho esto delante de alcaldes que no respaldaban a Xosé Cuiña. Porque yo cumplí mi compromiso hasta que a Cuiña le faltó el respaldo de la provincia de Pontevedra. A Feijóo le había dicho que en el momento en que me desligase del compromiso de Cuiña mi apoyo era para él. Eso es lo que le dije también a los alcaldes. Yo no hago cabriolas en la política, yo creí que Cuiña era una buena opción. Cuando los alcaldes me dijeron que no, me alineé con Alberto Núñez y ese compromiso ya no tiene vuelta atrás.

P. Esa lealtad no la han demostrado otros barones del partido como Francisco Cacharro. ¿Cree que su papel tuvo algo que ver en el retroceso en Lugo?

R. Todo influye. Cuando hay un lío en el partido se nota. Yo no soy quien para juzgar a Paco Cacharro en su provincia. Pero quiero decir que igual no hubo el suficiente tacto para tratar su tema, a lo mejor si se hubiera hecho de otra forma no se hubiera llegado a esta situación. Pero yo no soy quien para dar lecciones. Creo que pudo haber falta de diálogo y de explicar las cosas para alcanzar algún tipo de acuerdo con Cacharro.

P. ¿Usted no tiene datos para afirmar que Cacharro ha estado detrás de Terra Galega, tal y como han afirmado algunos dirigentes de su partido?

R. No, porque no sigo la política en Lugo. He leído en los periódicos las declaraciones de alguna diputada y de alguien más, pero yo no puedo meterme en eso porque lo desconozco.

P. Alberto Núñez Feijóo pretende un PP más centrado. ¿Aplicará ese discurso en Ourense?

R. Totalmente, lo vamos a hacer nuestro. El discurso de Alberto me parece muy coherente y centrado, es el que debe asumir el PP gallego en este momento.

P. Feijóo se arrepiente de la ostentación que el PP hizo del poder. ¿Usted también?

R. Hombre, cuando se acumulan tantos años de poder te vas alejando de la disciplina que tienes en el momento que llegas con las ideas claras. Yo creo que más que ostentación del poder, tuvimos un poco de soberbia, nos creímos que todo estaba hecho y las elecciones autonómicas nos dieron una cura de humildad. Se nos dijo que las elecciones hay que ganarlas día al día. En Ourense también nos dejamos llevar pensando que éramos invencibles. Las elecciones ponen a cada uno en su sitio, por eso está bien que se celebren cada cuatro años.

P. El presidente del PP se comprometía en un mitin en Xinzo a no distinguir cuando gobierne entre votantes del PP y los que no lo son. Y ese mismo día usted le prometía al alcalde Isaac Vila inversiones de la diputación y todo lo que le pidiera. ¿Son compatibles esos discursos?

R. Esos dos discursos no chocan. Si los ayuntamientos del PP son tratados con equidad por parte de la Xunta yo no tengo inconveniente en seguir el mismo ejemplo. Pero si son masacrados por la Xunta tendrán que tener un apoyo adicional. Yo no daré a los ayuntamientos que reciben inversiones de la Xunta las mismas inversiones que a otros que no reciben nada. Tendré que tratar de reequilibrar. Nosotros invertimos con unos baremos equitativos. Si la Xunta lo hace, yo estaré a favor. Al BNG que nos acusa de sectarios yo le pido el mismo trato para los ayuntamientos que el que la Xunta del PP dispensó a Allariz. La Diputación de Ourense se va a ocupar del reequilibrio. Si hoy el PP estuviese en la Xunta se podría hacer ese reparto equitativo. Pero si la Xunta es sectaria, nosotros empezaremos a ser también sectarios. Algo tendremos que darle a los nuestros.

P. ¿Por qué cree que el PP no logró ninguna mayoría absoluta pese a subir en el voto urbano?

R. Porque es muy difícil con dos gobiernos en Santiago y Madrid de otro color. Enrique Nóvoa no pudo pactar nada en la Xunta, y el resto de candidatos sí vendieron proyectos acordados con el Gobierno gallego, ya veremos si se hacen o no. Hay gente que no vota al candidato, ni al ideario político, gente que vota por las promesas de inversiones que se vuelve en contra con gobiernos de otro color.

P. ¿Debe replantearse la política de pactos el Partido Popular para llegar a acuerdos con PSdeG y Bloque?

R. Estamos dispuestos a pactar con partidos independientes y también con socialistas y nacionalistas. Son ellos los que no quieren. Nosotros pretendemos que gobierne la lista más votada, ellos también, pero sólo para sus coaliciones. Pedimos que se apoye a la lista más votada en O Carballiño y también en Ourense. En los ayuntamientos se discuten infraestructuras, educación, sanidad, política asistencial... y en eso estamos todos de acuerdo, por eso los pactos municipales no son difíciles. Podemos gobernar junto a otros partidos y olvidar los flecos que nos separan. Estamos abiertos pero ellos no quieren, no lo permiten desde Santiago aunque hay ayuntamientos donde el PSOE y el BNG prefieren gobernar con el PP.

P. ¿Cree que el PP debería matizar su discurso para facilitar esos acuerdos?

R. El discurso no hay que modificarlo, hay que hacer programas concretos evitando incidir en aquello que le pueda molestar a las otras fuerzas políticas para pactar con ellas. En cuatro años ya bastaría con hacer las cosas en las que dos partidos estamos de acuerdo. En Ourense, por ejemplo, propongo un tripartito con todos, algo como lo que se hizo en Alemania, porque con el candidato del PP se puede entender cualquiera. Sería un ejemplo para los ciudadanos. Aunque hubiese que reformar el Plan General por consenso y buscar el acuerdo en el tema termal para aprobarlo por unanimidad.

P. El PP no buscó esos consensos cuando tenía mayoría absoluta.

R. No es el mismo comportamiento. Cuando alguien tiene mayoría absoluta y la oposición ejerce, las cosas no funcionan igual. Ahora nadie puede hacer lo que quiere. Aliémonos los tres.

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