La escasez de lluvias obliga a prorrogar el estado de sequía en Málaga y el Guadalhorce
Los embalses contienen el 64% del agua requerida para levantar las medidas de ahorro
Las escasas lluvias caídas en la provincia de Málaga durante la primavera -en los últimos tres meses sólo ha habido nueve días con precipitaciones significativas- han obligado a prorrogar el decreto de sequía en la capital malagueña y en los municipios del valle del Guadalhorce, la principal zona agrícola de la provincia. A pesar de que las reservas de los pantanos son algo mejores que hace un año, los embalses de la cabecera del río Guadalhorce sólo contienen 92,5 hectómetros cúbicos, lejos de los 145 hectómetros requeridos para poder levantar las medidas de ahorro que prevé el decreto.
La comisión permanente del Comité de Gestión de Sequía se reunió ayer en Málaga para revisar el estado de los pantanos. Según el decreto de sequía, aprobado por la Junta de Andalucía en noviembre de 2005, para dejar sin efecto las medidas que restringen el consumo de agua, los embalses de referencia -Guadalhorce, Conde de Guadalhorce y Guadalteba- deben contener al menos145 hectómetros cúbicos. A día de ayer, estos pantanos, que tienen una capacidad total de 345 hectómetros cúbicos, almacenaban únicamente 92,5, es decir apenas el 64% de lo necesario para considerar oficialmente superado el periodo de escasez.
Las cifras registradas ayer son ligeramente mejores que las observadas hace un año, cuando los embalses de la cabecera del Guadalhorce disponían sólo de 76,5 hectómetros cúbicos.Por lo que se refiere a los acuíferos subterráneos, de vital importancia para no extraer agua de los embalses en los meses de invierno, el pasado abril se encontraban al 33% de su capacidad, mientras que en el mismo mes del año pasado estaban al 39%.
Por segundo verano consecutivo, Málaga y los municipios del valle del Guadalhorce tendrán que apretarse el cinturón en materia hidráulica para garantizar el abastecimiento de los hogares. El decreto de sequía establece un consumo máximo de 230 litros de agua por habitante y día y limita los usos menos prioritarios como el riego de jardines particulares, parques públicos y campos de golf o el llenado de piscinas.
Al igual que el año pasado, los regantes agrícolas del Guadahorce recibirán un riego de socorro de tres hectómetros cúbicos para salvar los árboles frutales y su producción. Este riego "llegará a todas las parcelas de la zona", según Antonio Rodríguez Leal, director de la Cuenca Mediterránea Andaluza, organismo dependiente de la Junta. Rodríguez Leal informó de que en los próximos días se decidirá si esta cantidad es suficiente o es necesario realizar una dotación mayor o incluso un segundo riego.
Uno de los aspectos que, según Rodríguez Leal, han contribuido a mejorar la situación de las reservas ha sido el ferreo marcajes a los grandes consumidores de agua, en concreto a las 64 empresas que tienen concesiones de consumo superiores a 250 millones de litros anuales y que utilizan un volumen de agua equivalente a la mitad del consumo de Málaga capital (560.600 habitantes) en un año. En lo que va de 2007, la Junta ha sancionado con multas de entre 1.000 y 4.000 euros a siete ayuntamientos y catorce grandes consumidores que no han facilitado puntualmente sus datos de consumo o que no han instalado los contadores de agua homologados. El objetivo ahora es controlar a los consumidores medianos, que emplean entre 100 y 250 millones de litros y cuyo número es de "varios centenares".
Rodríguez Leal aseguró que si se mantiene el actual nivel de ahorro de recursos hídricos "se podrán gestionar otros dos años secos, siempre y cuando se traiga agua desde la Costa del Sol". En esta zona, que salió de la situación oficial de sequía hace un año, también ha llovido menos de lo habitual por tercer año consecutivo. Pese a ello, "la presa de la Concepción [al norte de Marbella] está llena desde hace meses, es decir, ha parado de tomar agua de los pozos desde noviembre pasado", afirmó el director del organismo de cuenca.
La desaladora situada en Marbella, que dejó de funcionar en noviembre, se ha vuelto a poner en marcha a finales de mayo para no verse "obligados a desembalsar" agua de La Concepción, un embalse con capacidad para 57 hectómetros cúbicos y pendiente de un recrecimiento de su presa para poder almacenar más líquido. Todas las obras hidráulicas inicialmente incluidas en el decreto de sequía están concluidas, excepto una en el Campo de Gibraltar, informó Rodríguez Leal.
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