El PSOE acometerá un gran cambio del partido en Madrid
La dirección quiere una revolución tranquila
La Ejecutiva federal del PSOE acometerá un cambio profundo del partido en Madrid tras la última derrota electoral, la mayor que han sufrido los socialistas en toda España.
La dirección socialista pretende que la revolución en Madrid se haga de forma tranquila y con el acuerdo de la actual ejecutiva regional, cuyo secretario general, Rafael Simancas, anunció ayer que no volverá a presentarse de candidato a la presidencia de la Comunidad.
En principio, los cambios estarán pilotados por el propio Simancas, que mantiene una excelente relación tanto con el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, como con José Blanco. Pero de entrada se prevén unos días de "desahogos" y reproches mutuos. La dirección federal cree que la organización madrileña no es un modelo de agilidad y de adecuación de su trabajo a la realidad y complejidad de la sociedad madrileña. Ahora bien, también reconocen que en Madrid, más que en ninguna otra comunidad, la política antiterrorista y el debate estatutario, singularmente el de Cataluña, ha afectado muy negativamente.
Socialistas de otras federaciones urgían ayer a "tomar medidas" en la capital
En la dirección federal todas las luces de alarma se han encendido y sin ánimo de abrir a la organización madrileña en canal se van a tomar medidas. Así lo anunció ayer el secretario de organización del PSOE, José Blanco, en los Desayunos de TVE. "Aunque resulte impopular y me lluevan críticas vamos a ir, sin prisa pero sin pausa, a la raíz de los problemas del partido en Madrid", dijo Blanco. Y no hablaba, como casi siempre, por voz propia sino que tiene la encomienda del secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, de emprender la renovación del partido en Madrid. Ayer mismo, en el Congreso de los Diputados, parlamentarios de diferentes federaciones urgían a que "se tomaran medidas en Madrid" por cuanto que no quieren correr el riesgo de perder las elecciones generales "por culpa de Madrid". En los corrillos del Congreso se escuchaba el nombre de los barrios, en principio, de voto socialista, en los que ha ganado el PP. Y se preguntaban dónde está el partido, al margen de la mala elección de los candidatos. El discurso de la renovación también lo elabora el veterano diputado socialista madrileño José Acosta, para quien desde hace años no se ha acertado con los candidatos. Tampoco en esta ocasión, a su juicio, debía haberse presentado Rafael Simancas. A él se lo dijo personalmente, con afecto, en una conversación privada hace varios meses.
Quien conoce a Rafael Simancas no se ha visto sorprendido por su decisión de no volver a ser candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid. Se esperaba desde la noche electoral del domingo cuando el goteo de datos arrojaba la peor de las previsiones. En la reunión de su ejecutiva regional anunció que poco a poco se iría desligando de la política regional.
El Secretario General de los socialistas madrileños, además de "hacer autocrítica" por los pésimos resultados, ha explicado ante su ejecutiva que su permanencia en el cargo no es "sólo una imposición desde Ferraz" sino que se debe a que "no es momento para escapadas ni huidas". Simancas anunció que hasta el próximo congreso regional, previsto para julio de 2008, él seguirá siendo la cabeza visible del partido en Madrid, aunque "la labor de oposición tendrá que empezar a hacerse más orquestada entre todos".
DE DERROTA EN DERROTA TRAS LA TRAICIÓN DE TAMAYO Y SÁEZ
-Rafael Simancas (40 años) llegó a la secretaría general de los socialistas madrileños hace siete años cuando el partido andaba, como casi siempre, dividido en dos. Su trabajo como concejal en Madrid le catapultó hasta una de las direcciones regionales del PSOE más complicadas. Para entonces, el partido llevaba casi 11 años en la oposición del Ayuntamiento y cinco en la Comunidad
-Durante su etapa al frente del PSM no ha habido grandes líos. Su primera contienda electoral fue un éxito. En 2003, el incremento de votos que experimentó la lista que encabezaba permitía gobernar al PSOE con IU, pero dos tránsfugas, María Teresa Sáez y Eduardo Tamayo, le dejaron sin presidencia. Desde entonces, ha acumulado dos derrotas
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