Wolfowitz culpa a la prensa de su salida del Banco Mundial
El presidente de la institución cree que la crisis se llevó al extremo
Paul Wolfowitz ya tiene identificado al culpable de su dramática salida del Banco Mundial: la prensa. El presidente de la institución financiera multilateral dice que el controvertido aumento de sueldo que decidió para su novia, funcionaria del banco, fue llevado al extremo por los medios de comunicación y reconoce que se sintió impotente ante las pasiones que generó el asunto. Wolfowitz deja su puesto el 30 de junio.
El ex halcón del Pentágono, uno de los más fervientes defensores de la guerra preventiva y el arquitecto de la invasión de Irak, lanzó esta acusación contra el papel que jugaron los medios en la crisis durante una entrevista con la BBC. Las primeras informaciones sobre la implicación de Wolfowitz en el ascenso de su pareja fueron desveladas por el diario The Washington Post en plena Semana Santa, a pocos días de la cumbre semestral del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial.
El presidente no pudo reaccionar hasta pasado el parón vacacional y en un intento por contener el escándalo, asumía su error y lamentaba lo sucedido en una rueda de prensa en la que se le notó tenso. El mea culpa no fue suficiente y a las voces internas que pedían su dimisión se sumó la preocupación de los países accionistas, principalmente europeos, por el impacto que podría tener la crisis en la institución. "La gente se dejó influir por afirmaciones inexactas y para cuando pudimos establecer más o menos la verdad, las pasiones ya se habían desbordado", afirma.
Tensiones
Lo ocurrido, según Wolfowitz, "dice más de la forma de actuar de la prensa que del banco". El antiguo número dos del Departamento de Defensa, uno de los hombres de confianza del presidente George Bush, provoca reacciones extremas y su estilo de gestión creó enseguida tensiones con los directores del organismo y el personal, mientras se aislaba apoyando su política en los colaboradores que trajo de la Administración estadounidense.
Wolfowitz negó, sin embargo, que su decisión de dejar la presidencia del organismo -su mandato expiraba en 2010- se deba a las antipatías que pudo generar. Y precisó a la BBC que el consejo ejecutivo del Banco Mundial aceptó al final que actuó de forma ética y de buena fe cuando decidió elevar el sueldo de Shaha Riza antes de que fuera trasladada al Departamento de Estado. Por eso no cree tampoco que ésa fuera la causa principal de la crisis.
Wolfowitz condicionó su renuncia a que el directorio del Banco Mundial aceptara que el escándalo vivido no fue sólo culpa suya, sino que todos tuvieron parte de responsabilidad. El presidente, que defendió sus dos años de gestión, dice que en este ambiente no podía seguir llevando las riendas de la institución ni conseguir lo que se había propuesto "para la gente que verdaderamente" le "preocupa".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.