Así se hicieron
Las perlas de campaña partían de anécdotas y pretendían dar una visión complementaria de 15 días movidos y un poco sosos. Llegaban cada día a la redacción con los periodistas que seguían a los candidatos. Muchas han quedado fuera. Alguna por no poder ser verificada en su momento, como la que atribuye a un determinado dirigente haber pronunciado mal la palabra catalana "volva" (mota). De forma que lo que de verdad dijo fue: "Me he atragantado porque me he tragado una vulva". Si hubiera que conceder la "perla de honor" a quien más ha generado, Jordi Portabella (ERC) sería el mejor colocado.
En las campañas, casi siempre se acaba produciendo un cierto síndrome de Estocolmo. El roce hace el cariño y tras 15 días de roce (no de roces), los periodistas acaban sintiendo cierta ternura por el político al que siguen. La excepción es Portabella, que es también quien peor llevaba las ironías. Se enfadó mucho por una frase de Imma Mayol: "Me he quedado en blanco, como Portabella", pero no con la candidata de ICV, que era la autora.
Mayol se tomaba las cosas mejor y esperaba cada día a ver que frase o gesto le habían cazado. Igual que hizo el candidato de CiU, Xavier Trias, tal vez el más propenso a reírse de todo, incluido él mismo, lo que no deja de tener mérito. Jordi Hereu (PSC) también tiene vena humorística. Como era el más relajado, fue a quien menos gazapos le captaron. La antítesis es Alberto Fernández (PP), casi siempre envarado. Eso sí, Fernández no se quejó nunca, aunque en algún caso hubo malas caras entre sus colaboradores directos.
Esperanza García se lo tomaba bien hasta que apareció descrita perdida en el Carmel interpretando un mapa. Ciutadans, que nació, según sus líderes, para distinguirse del resto de partidos, se ha contagiado de inmediato de uno de los defectos que más caracterizan a los militantes de otras formaciones: la visión conspirativa de la vida, según la cual, detrás de cada gesto hay un plan urdido hasta en sus más nimios detalles. En el caso de las perlas, todo es más sencillo: salían del cúmulo de comentarios (a veces disparatados) que generaban las anécdotas.
Los principales acusicas han sido Blanca Cía (enviada especial junto a Jordi Hereu); Josep Garriga (media sombra de Xavier Trias); Sílvia Marimon (sombra entera de Jordi Portabella); Glòria Ayuso (perseguidora de Imma Mayol), y Ferran Sales y Jaume Bauzà (que han compartido PP y Ciutadans). Todos, buena gente pese a ser periodistas, llegaban con la anécdota en positivo. Bañarla un poco en ácido era cosa mía.
Así nacieron las noticias de Gurb (donde una candidata del PP no tenía nada que ver con Gurb ni con el PP) o la noticia de que Portabella no cree en Brad Pitt (dice que lo maquillan). Y se pudo difundir que Trias llenaba sus mítines con la familia y que Hereu no tiene colesterol por las caminatas a que le obliga el concejal Paco Narváez. Asuntos menores, en un mundo del que se podría decir, como en el Eclesiastés que todo es "vanidad de vanidades". Incluidas las perlas.
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