La juez deniega el tercer grado a Piqué Vidal ante el riesgo de que reincida

Si Juan Piqué Vidal sale de la cárcel nada asegura que no vuelva a delinquir. Eso es lo que viene a decir la juez de vigilancia penitenciaria en un auto que deniega el tercer grado al conocido abogado. Los ocho meses que lleva entre rejas no justifican el régimen abierto, razona también la juez, al tiempo que recuerda que la pena, aparte de resocializar, sirve de prevención al conjunto de la sociedad.

Piqué Vidal ingresó en Quatre Camins el pasado 26 de septiembre para cumplir una condena de siete años por la extorsión a empresarios por el caso Estevill. A partir del 15 de diciembre el Departamento de Justicia le permitió pasar el día fuera de prisión y regresar sólo a dormir. El fiscal recurrió y la juez de vigilancia penitenciaria número 2 de Cataluña revocó la decisión el 15 de enero.

Dos meses después, los abogados pidieron que Piqué volviese al régimen abierto. Y la juez ha vuelto a decir ahora que el que fuera abogado de Jordi Pujol en el caso Banca Catalana debe seguir entre rejas. Admite la magistrada María José González que Piqué Vidal ya tiene 73 años, que es un "delincuente primario socialmente integrado" y que en su día pagó la responsabilidad civil de 271.500 euros por los delitos de cohecho, prevaricación y detención ilegal que cometió. Pero eso no es suficiente para dejarlo en libertad.

"No puede sobrevalorarse su integración social y familiar como factor tendente a evitar su reincidencia delictiva, pues su situación normalizada y respetuosa posición social no fueron en su momento suficientes para evitar que delinquiera", dice la magistrada. Después añade que la pena tiene una función resocializadora, pero también "de intimidación al conjunto de la sociedad y al propio delincuente para disuadir mediante ella de la comisión de nuevos delitos".

La junta de tratamiento de la cárcel aprobó el tercer grado para Piqué Vidal, pero la Secretaría de Servicios Penitenciarios de la Generalitat lo rechazó y ahora la justicia ratifica la negativa. La juez argumenta que es demasiado pronto para ello, pues Piqué Vidal ni siquiera ha cumplido una cuarta parte de la condena.

En otro momento, la juez rechaza el argumento de la junta de tratamiento de que Piqué Vidal tiene trabajo y arraigo familiar y social si saliera de prisión. De apreciar este argumento "se llegaría al sinsentido de que quien dispusiera de ellas podría delinquir con cierta impunidad, pues tendría que ser clasificado inmediatamente con un régimen de semilibertad", dice la juez. Y eso "equivaldría a una especie de patente de corso de impunidad", remacha la juez.