El regreso de 'La Fiera'

El Calderón rugió hace una semana cuando Petrov saltó a la hierba. La afición del Atlético recibió al búlgaro como si fuera Garrincha. El extremo, otro de los afectados por la plaga de ligamentos de rodilla maltrechos en el arranque de la Liga, fue el mejor del cuadro de Javier Aguirre frente al Betis. Esta tarde, contra el Espanyol, el entrenador mexicano cerrará el círculo y dará carrete, 213 días después, a Maxi Rodríguez. También regresan Maniche y De las Cuevas. "Si a los periquitos les afecta o no la Copa de la UEFA nos da igual. Debemos fijarnos en nosotros", recomienda el argentino (Rosario, 26 años).

Criado en el Newell's Old Boys, Maxi regresa a una convocatoria liguera siete meses y cinco días después de la última: 1-1 contra el Madrid en el Bernabéu. Enchufado como en el Mundial -su gol a México en los octavos de final, una volea cruzada desde el vértice del área tras un control con el pecho a un pase desde 35 metros, fue el mejor del torneo-, con la mirilla del periscopio bien ajustada, La Fiera marcó tres goles en los cinco primeros encuentros de la temporada. Pero su proyección se truncó en Murcia, en un partido amistoso de la selección albiceleste con la española. El jugador, daño colateral de un terreno en pésimas condiciones, se lesionó la rótula izquierda. Su despegue definitivo en Europa se abortó con un chasquido. "Se levantaba mucho la hierba. Aquello era un arenal. El propio Maxi me confesó que tanto Luis Aragonés como el Coco Basile no querían jugar. El día anterior ni se habían entrenado por cómo estaba el campo. Nos tocó a nosotros, le tocó al pobre Maxi", se quejó entonces Aguirre. El Atlético exige a la FIFA dos millones y medio de euros, a su entender la parte proporcional de lo invertido en Maxi mientras ha estado de baja.

"Se me hace raro volver a contar para el mister. Sé que no estoy para jugar los 90 minutos, pero quiero ayudar aunque me falte ritmo de competición", comenta Maxi. Tras pasar por el quirófano el 16 de octubre, comenzó la rehabilitación diez días más tarde. Siempre con Petrov. Sin separarse de Óscar Pitillas, el preparador físico. Así, sin forzar, los dos empezaron el 15 de febrero con la carrera continua. Luego, en las playas gaditanas y durante dos semanas y media, fortalecieron las articulaciones con Lorenzo Buenaventura, homólogo de Pitillas en el Cádiz y con pasado rojiblanco. "Lo que buscamos allí fue la fuerza y la estabilidad necesaria para que puedan hacer los desplazamientos específicos del deporte", refiere Pitillas.

De vuelta Maxi, con quien no podrá contar Aguirre es con Torres. El referente del Atlético, su máximo goleador, con nueve dianas, padece un esguince de tobillo. Le suplirá Mista. Tampoco estarán Luccin, con un esguince de rodilla; Leo Franco, con una rotura fibrilar, ni Seitaridis, sancionado. "Estamos acostumbrados a las bajas. Nos recuperaremos", sentencia Maxi. "Mientras haya once vivos...", ironiza Aguirre. Agüero, el segundo goleador, con seis aciertos, lleva seco diez partidos.

Aunque sólo ha cosechado seis puntos en las ocho visitas de este año, el futuro del Atlético, con unos finales de Liga espantosos, pasa por Montjuïc. Ante un equipo que el jueves ultimó en Bremen su pase a la final de la Copa de la UEFA. "Recobraremos los dos puntos que nos dejamos ante el Betis", afirma Aguirre. Sabedor de la apatía que atenaza al grupo cuando le toca asumir la responsabilidad, Maxi advierte: "Ni Petrov ni yo vamos a ser los salvadores. Ojalá podamos ayudar. Pero tampoco vamos a marcar seis goles en seis encuentros".