Mascalzone repinta su barco tras utilizar una pintura prohibida

El día de descanso para Mascalzone fue aprovechado para cumplir la orden del jurado de repintar inmediatamente su barco, además de pagar 10.000 euros de multa. Y eso tras reconocer el tribunal que no perjudicaba a los otros contendientes.

Según el jurado, Mascalzone había violado una de las normas al pintar su barco con un producto no autorizado.

El tema de la brocha arranca hace cuatro años, cuando los equipos comenzaron a investigar con diferentes componentes químicos de las pinturas para conseguir que el barco se deslizara mejor en el agua. En un intento más de la organización por abaratar costes, se cortó esa línea de gasto. Sólo dos marcas de pinturas pueden ser empleadas por los barcos participantes.

Cuando hace unas semanas el equipo de medidas revisó los barcos, también tomó pruebas de la pintura empleada. Una vez analizadas, le ha llegado la sanción al barco italiano, la segunda en la competición. En las aguas también recibió una penalización que le costó la victoria sobre el Areva y que ha sido más criticada que la de la pintura.

La sanción extradeportiva a Mascalzone no ha sido la primera de la Copa del América, un torneo en el que, además de buenos navegantes, es importante tener buenos letrados.

Antes de que se iniciara la competición, el Areva fue sancionado con la retirada de dos velas por tener en su poder fotografías de un barco rival, concretamente el Luna Rossa.

Sanción por las fotos

La sanción le llegó por casualidad y por su honradez. Unos periodistas franceses salieron al campo de entrenamiento para realizar fotografías del Areva. Tras hacer su trabajo, se acercaron al campo donde se entrenaba el Luna Rossa y también le fotografiaron. Posteriormente, el equipo italiano presentó una protesta contra la organización, ACM, por haber autorizado a unos periodistas a hacer fotos de un barco sin su permiso. La organización alegó que no sabía nada, como así era. Enterado del lío, el Areva reconoció que obraban en su poder fotos del Luna Rossa realizadas por periodistas franceses. En su carta, el representante legal del Areva calificó de "grave error de juicio" haber aceptado las fotografías.

El jurado le sancionó con la retirada de dos de las 45 velas que puede utilizar durante la competición por infringir dos normas: la 11.2 (f), que prohíbe a los competidores observar o capturar imágenes de otro barco con la intención de obtener información de diseño o rendimiento; y el 11.2 (g), que prohíbe aceptar información de terceros que ellos no puedan obtener.