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Reportaje:

Un juicio que no avanza

La dimisión de la juez Butler-Sloss retrasa de nuevo el proceso sobre la muerte de Diana

Los príncipes Guillermo y Enrique están furiosos o, al menos, frustrados. Ambos hermanos querían una resolución "acelerada" del juicio pendiente en torno a la muerte de su madre, Diana de Gales, pero han tropezado con un nuevo inconveniente.

La última juez encargada del caso -oficialmente el cuarto coroner (según la terminología inglesa) desde el fatal accidente de 1997- presentó esta semana su dimisión hundiendo los trámites en una grave crisis. La sorprendente retirada de la baronesa Butler-Sloss puede demorar aún más la confirmación oficial de cómo, cuándo, por qué y en qué circunstancias perdieron la vida Lady Di y su entonces compañero sentimental, Dody al Fayed.

La juez Butler-Sloss, que dirige el proceso desde septiembre de 2006, ha perdido varios envites de los abogados de Mohammed al Fayed, el empresario egipcio dueño de los almacenes Harrod's. Su hijo Dodi falleció con Diana al empotrarse el coche en que viajaban contra un túnel de París cuando eran perseguidos por los paparazzi, y 10 años más tarde, la justicia británica aún debe resolver las causas de ambas muertes. Los peritos y detectives de policía franceses e ingleses apuntan a un "trágico accidente" provocado por la velocidad y el exceso de alcohol del conductor, Henry Paul.

Al Fayed, en cambio, cree que fue un doble asesinato, producto de una conspiración orquestada por el príncipe de Edimburgo, abuelo de Guillermo y Enrique. Pocos dan crédito a sus palabras, pero en las sesiones judiciales preliminares, el desquiciado padre va ganando bazas al establishment.

Al Fayed consiguió retrasar hasta el otoño la apertura de la vista oral -prevista tras varias revisiones para este mes de mayo- y quizá salga victorioso en su objetivo de llevar a declarar ante el tribunal al príncipe Carlos de Gales y a su padre, Felipe de Edimburgo. Basa su petición en unas supuestas cartas escritas por la princesa de Gales en las que afirma ser el objetivo de una mortal trama urdida por su suegro. Por lo pronto, los abogados del patrón de Harrod's hicieron retroceder a Butler-Sloss en su decisión de celebrar el juicio sin jurado.

Por orden judicial, habrá un jurado, pero sin la baronesa presidiendo la vista. De 74 años, y hasta su jubilación la juez más competente del circuito británico, Butler-Sloss alegó "falta de experiencia" para dirigir a los miembros del jurado en un caso "de interés público" tan elevado. Su sustituto, el lord juez Thomas Scott Baker, debe estudiar una montaña de documentación antes de convocar la vista judicial. Debería arrancar en octubre aunque muchos auguran un nuevo retraso.

Los príncipes Guillermo y Enrique, durante la celebración religiosa del 80º cumpleaños de Isabel II, en 2006.
Los príncipes Guillermo y Enrique, durante la celebración religiosa del 80º cumpleaños de Isabel II, en 2006.AP

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