¿Qué crispación?
VIVIMOS EN UN PAÍS TAN RARO que, a medida que se acercan las elecciones, disminuye la tensión política. Lo lógico sería lo contrario: justamente ahora debería darse rienda suelta a las bajas pasiones; cuando deberían esperarse los excesos, los despropósitos... Pero los políticos se visten de corderito y muestran su cara amable. ¿Crispación? ¿Qué crispación? Nada, hombre, nada. Y en cuanto pasen las elecciones volverán los gritos. Esto es el mundo al revés. En los mítines anuncia José Luis Rodríguez Zapatero: "Sed buenos, no insultéis a nadie". Y Mariano Rajoy: "Yo no estoy crispado, hombre". Nos llevan a 200 por hora durante todo el año, pero cuando se acercan los focos sonríen. Todo tiene su origen en la tele, así es la vida moderna. Va Zapatero a la tele y se demuestra que no vale para El precio justo. Va Rajoy y se propone como yerno ideal. "Yo a usted no la veo mayor, señora". ¡Eso es un yerno, y no yo!, pensé de inmediato.
Cada vez que se asoma a la pantalla de la tele, sabe que seis de cada 10 españoles le ven, pero no le pueden ni ver
Conclusión: la tele amansa a las fieras. Hay que comprender a Mariano Rajoy: cada vez que se asoma a la pantalla de la tele sabe que seis de cada diez españoles le ven, pero no le pueden ni ver. Eso es duro. Tiene el récord de España de rechazo. ¿Qué puede hacer? Pues parecer buen chico. A eso, en lenguaje callejero, se le llama intentar dar el pego. En fino, se llama girar al centro. ¡Otro giro al centro! ¡Por lo que más quieran, no! Aquí, alguien deja de gritar y se dice: no, que se ha vuelto centrista. Llevan diez años en una rotonda, y piensan que están girando al centro. No, hombre, no estás girando al centro. Estás atascado. Ahora el coche lo conduce Rajoy, pero Acebes, Zaplana y Aznar van de copilotos, dando la murga: "Sal por aquí, ¿no ves la señal? Más despacio, más deprisa, ahora frena, adelanta, a la derecha, a la derecha, a la derecha, al centro, a la derecha, a la derecha...". Y venga a dar vueltas. La mejor respuesta de Mariano Rajoy en el programa de TVE: "Yo no lo sé". Le preguntan si ETA está detrás de los atentados del 11-M y su respuesta es: "Yo no lo sé". Alguno se indignará: ¡será posible que todavía dé pábulo a...! Bueno, hombre, hay que pensar de dónde viene. Lo último que dijo fue en vísperas electorales. Entonces tenía la "convicción moral" de que había sido ETA. Tres años después, no lo sabe. Pequeño paso para la humanidad, gran paso para Mariano Rajoy.
Ahora se suspende el programa. Mecachis en la mar. ¡Deberían ir más políticos! Pregunta para Carod-Rovira: ¿cuánto vale un zumo de naranja... en un bar de carretera de Córdoba? Ahí le hemos cogido. Pregunta para Esperanza Aguirre: ¿cuánto cobra... su mayordomo? Preguntas con sorpresa. O con sutileza. A Mariano Rajoy podríamos haberle sacado el sueldo con indirectas: ¿cuántos cafés podría pagarle a Zapatero en un mes?
Mientras tanto, a la vista del desarrollo del juicio sobre los atentados del 11-M, todos podemos seguir haciéndonos una pregunta: ¿es posible quedarse más perplejo ante la magnitud de la caradura que aflora?las elecciones volverán los gritos.
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