"Soy de las que se tiran de la moto ante los retos"

El abrazo emocionado y los elogios de Mikhaill Baryshnikov son el mejor recuerdo que la bailarina y coreógrafa alcoyana Sol Picó se trajo en la maleta tras su reciente actuación en Nueva York, en el marco de la presencia de artistas catalanes en la ciudad organizado por la Generalitat. Picó bailó uno de sus espectáculos más célebres, Bésame el cactus, y recogió el entusiasmo del público, varias propuestas a medio concretar para una gira americana y una tibia acogida de la crítica, aunque más suave de lo que pensaba. "Me habían dicho que me preparara para lo peor porque nada que llegue de fuera es bien recibido allí".

Tampoco ha tenido demasiado tiempo para pensar sobre lo vivido porque la agenda la desborda. Ha asumido la dirección escénica de la ceremonia de los Premios Max de Artes Escénicas que se celebra esta noche en el Palacio Euskalduna de Bilbao, y que será retransmitida por La 2 de Televisión Española (23.45 horas). Picó imprimirá su personalísimo sello a la gala, lleno de energía e ironía, y muy sensible hacia el universo femenino. La bailarina y coreógrafa asume el encargo con el talante positivo que la caracteriza: "Soy de las que se tiran de la moto ante los retos", dice de sí misma.

Esta noche dirige la entrega de los premios Max de Artes Escénicas que se celebra en el Palacio Euskalduna de Bilbao

Ha coordinado para el TNC un montaje con seis coreografías de diversos autores basadas en el libro de Eduard Punset El viaje a la felicidad

Cuando le propusieron dirigir la gala, no se lo dudó. "Siempre pienso que puedo con todo", explica. Los temores llegan luego, cuando ya está inmersa en el proceso creativo. "Pero está bien asumir estas cosas", reflexiona Picó, que cuenta con la colaboración del bailarín y coreógrafo Damián Muñoz en las labores de coordinación. "Será una gala bastante sencilla, aunque por supuesto llevará mi sello, supongo que para eso te contratan", dice. La escenografía recreará una sala de danza con espejos, adornada con detalles característicos de los espectáculos de la bailarina, tales como una escalerilla de avión, cintas transportadoras o pequeñas grúas.

Picó explica que la entrega de cada premio irá acompañada por un número de danza, en un repertorio de géneros filtrados por su universo creativo. Un ejemplo: bailarinas vestidas con tutú y calzadas con chirucas. Carles Santos (en un número compartido con Picó, incapaz de resistir la tentación de salir al escenario), Israel Galván e Ígor Yebra (en una coreografía creada por la bailarina) son algunos de los artistas que desfilarán por el escenario a lo largo de la velada. A unos días del evento, Picó exteriorizaba sus miedos: "Temo que alguna de las estrellas previstas no se presente, o que haya torpeza a la hora de presentar los premios". La gala será retransmitida por televisión y Picó ha comprobado la preocupación por el ritmo de la ceremonia que guía a los responsables de la retransmisión. "Desde el principio vinieron a menudo a los ensayos y me pidieron que recortara la duración de las coreografías", señala la artista.

Cuando el vértigo de la gala haya pasado, a Picó, asesora de danza del Teatro Nacional de Cataluña (TNC), le aguarda una nueva cita. El 26 de abril, la Sala Tallers de este teatro estrena un proyecto que ella ha coordinado, seis coreografías inspiradas en el libro de Eduard Punset El viaje a la felicidad. Thomas Noone, Montse Sánchez, Pere Faura, Germana Civera, Jordi Cortés e Inés Boza son los coreógrafos responsables de los trabajos, en los que también participan como bailarines, y que podrán verse hasta el 20 de mayo, agrupados en funciones de tres coreografías cada una. La propuesta, que pretende trasladar al ámbito del movimiento de los bailarines la búsqueda emocional de la felicidad, inaugura el nuevo proyecto T6-danza, creado con el objetivo de fomentar la creación coreográfica contemporánea.

También es una de las artistas que forma parte del progama cultural de España en China que se celebra este año. A la agenda de Sol Picó le faltan páginas.