Espectacular para el público, no para los entrenadores

Si los futbolistas atraviesan estados de ánimo que definen su juego, el público pasa también por una tesitura muy parecida. El partido de ayer bien podría servir para realizar un estudio psicológico sobre la evolución de las emociones. Los dos equipos vieron en distintas fases cómo el partido era suyo o del rival, lo que contribuyó a configurar una emocionante tarde de fútbol. Lo cierto es que los aficionados se lo pasaron en grande. En Santander se habla abiertamente del partido como un derby y en Bilbao, a medida que pasa el tiempo, el encuentro adquiere un cariz casi idéntico.

Alrededor de 3.000 seguidores rojiblancos se plantaron en El Sardinero en una iniciativa financiada en parte por el club, que facilitó autobuses gratuitos y 30 euros de descuento en las entradas para sus socios. Hasta los futbolistas se rascaron el bolsillo, con mil euros por cabeza, para costear el traslado de una afición que sustituyó la ilusión del arranque por la decepción, casi inasumible, del final. Mientras tanto, la grada local cambió cuatro años de derrotas por un partido -o más bien un segundo tiempo- con cinco goles y victoria incluida y cánticos de "`¡a Segunda!" para los visitantes.

Los prolegómenos del partido sirvieron para que el Racing impusiera a Nando Yosu, vizcaíno de nacimiento y cántabro de adopción, la insignia de oro del club. Pero no a todo el mundo le gustó tanto ajetreo. Mané, que ya vivió algo igual en la final de la Copa de la UEFA con el Alavés en Dortmund, no escondió su disgusto, ya acostumbrado por la falta de concentración de su equipo. "A veces nos vamos de los partidos", lamentó; "el de hoy [por ayer] ha sido un espectáculo vibrante para el público, pero yo estoy contrariado porque hemos recibido demasiados goles. Ha sido un partido de ida y vuelta, sin tiempo para pensar si tocaba defender o atacar". La sonrisa era de Miguel Ángel Portugal que se remontó a su época en Tercera para recordar algo así. "Ha sido espectacular para los aficionados, pero para los entrenadores... Fue un partido diferente. No recuerdo algo así", subrayó. Su jugador Óscar Serrano era de la misma opinión: "Creo que es la primera vez que me ocurre algo como esto".