El aspirante parodia al alcalde

Y, a pie de obra, Miguel Sebastián puso a prueba sus dotes de actor. A 57 días de las elecciones el candidato socialista a la alcaldía de Madrid parece dispuesto a darlo todo. Y si hay que actuar, se actúa. Ayer, "30-M" como se encargó de recordar, el aspirante del PSOE eligió como escenario la M-30 y recorrió a pie 203 metros junto a las obras.

Optó por la zona que corre en paralelo a la calle de Antonio López, cerca de la glorieta de Pirámides, junto a "su estadio": el Vicente Calderón, por si quedaban dudas de su carácter colchonero. Y, metro a metro, fue escenificando inauguraciones de servicios sociales de toda índole: todos aquellos "que podían haberse desarrollado" con los 3.600 millones de euros que han costado las obras del tercer cinturón de Madrid.

"Queda inaugurado un centro de día que habría podido financiarse con tan sólo seis metros de esta M-30, que vienen a suponer 1,6 millones de euros", dramatizó Sebastián. Mientras pronunciaba estas palabras y cortaba una cinta roja con unas tijeras escenificando la inauguración, varios de sus colaboradores colocaban un panel en el que podía leerse: "Centro de día, 6 metros= 1,6 millones de euros".

El monólogo no fue muy variado. Al fin y al cabo, que se sepa, era la primera vez que el candidato socialista hacía de actor. Pero sí fue reiterativo, y hasta 10 veces repitió la misma escena en la que sólo cambiaba el objeto de inauguración ficticia: una escuela infantil; cuatro metros y algunos centímetros de M-30 a 1,2 millones de euros; una comisaría municipal que equivaldría a casi 11 metros de esas obras que han supuesto un coste de tres millones de euros; un autobús ecológico que podría haberse comprado con el equivalente a un metro de M-30 (algo más de 250.000 euros); un Madrid con conexión gratuita wi-fi a Internet podría haberse hecho con lo invertido en 30 y pico metros de esa vía de circunvalación (8,5 millones de euros)...

"¡Demagogo! ¡Queremos a Gallardón y queremos que entierren la M-30!". Cuatro vecinos del barrio, ataviados con pancartas a favor de las obras irrumpieron en la zona e increparon al candidato a su paso. Y es que esos vecinos sólo querían sustituir los seis carriles que tienen enfrente de sus casas por un parque, dejar de escuchar el ruido del tráfico y respirar un aire menos contaminado.

Pero la realidad del tráfico, tras las múltiples inauguraciones del alcalde Alberto Ruiz-Gallardón, no parece nada halagüeña. Llegar al acto de Sebastián por el nuevo túnel bypass requería 12 minutos a las once de la mañana, pero se convertía en un infierno (40 minutos de atasco) al llegar la hora punta. Ayer mismo, a la una de la tarde, la salida de Pirámides era un auténtico cuello de botella regulado por dos guardias municipales. Hasta el punto de que hubo usuarios de taxi que se apearon del vehículo y salieron andando del túnel. Así que, lo que es una solución para unos, es un suplicio para otros.

Y, mientras Gallardón seguía bajo tierra inaugurando otro túnel, Sebastián ofrecía su alternativa: "Queríamos presentar a los madrileños la otra cara de la M-30, una aspiradora que se ha tragado muchas ilusiones y oportunidades para los madrileños. A los malos gestores les gusta esconder los problemas bajo la alfombra y Gallardón ha creado la suya para esconder los atascos: Madrid seguirá siendo una ciudad que se ha gastado 5.000 millones para no resolver los problemas del tráfico", concluyó el candidato socialista, actor por un día, al terminar su novedosa representación.