El culebrón del gaucho

Con su particular forma de simplificar los problemas, Frank Rijkaard, técnico del Barça, se mostró ayer impasible ante el futuro de Ronaldinho después de que la prensa italiana lo sitúe en el Milan la próxima temporada. "El jugador tiene contrato y dice que está contento y el club, dispuesto a que sus futbolistas se sientan a gusto. Se trata de que cierre el curso de la mejor forma posible", dijo el holandés, que no aclaró si era partidario de cerrar este culebrón con una inmediata mejora de la ficha del gaucho. "Creo que conjuntamente debemos trabajar en el campo. Luego, veremos", respondió enigmático.

Fichado en 2003, el Barça ha aumentado al menos dos veces la ficha al brasileño (en 2004 y 2005). En agosto pasado, Ronaldinho recurrió a un eufemismo para decir que quería seguir "siendo feliz" en el Barça después de que Roberto, su hermano y agente, flirteara con el Milan. El presidente Joan Laporta calmó entonces a Ronaldinho diciendo que sería justo pero la revisión no se ejecutó. El caso ha resurgido por los contactos frecuentes de Roberto, también representante de Oliveira, con el Milan. No es un secreto que Silvio Berlusconi suspira por el gaucho tras la marcha de Shevchenko al Chelsea. Laporta dijo hace días tener constancia del interés del Milan. Roberto habló ayer con Laporta y se citaron para después de Semana Santa. Según la revista Forbes, Ronaldinho, gracias a sus contratos publicitarios, se convirtió en 2006 en el futbolista mejor pagado del mundo (23,4 millones de euros al año) por delante de David Beckham (23,2).