El Alinghi bota el 'SUI100' tras tres años

En un equipo de 130 personas y 21 nacionalidades, la competencia es extrema. Y no sólo entre los tripulantes, que pelean entre sí para ocupar un lugar entre los titulares. Los diseñadores se desafían a sí mismos para crear el barco perfecto, para mejorar cada milímetro. Después de tres años de trabajo y 20.000 horas invertidas en los astilleros Décision, en Suiza, el Alinghi botó ayer al mar el SUI100, el velero con el que intentará revalidar su corona de campeón en la Copa del América de vela en Valencia, a partir del próximo mes. Kirsty Bertarelli, la esposa del dueño del equipo, rompió la tradicional botella de champán contra el casco del barco.

Parte del secreto mejor guardado permanece todavía bajo el agua o tapado con una manta. El 1 de abril, todos los equipos de la Copa levantarán las faldas a sus embarcaciones. Se verá entonces, por ejemplo, el bulbo y la quilla que el Alinghi esconde desde enero de 2006. Dos días después comenzará el acto 13, el último en que el campeón suizo se enfrentará al resto de sindicatos antes de la disputa de la Copa Louis Vuitton (16 abril-12 de junio), el torneo que decidirá el desafiante que retará al Alinghi en la final (23 junio-7 julio).

"Queremos ver con nuestros propios ojos en el agua los avances de los diseñadores", afirmó ayer Brad Butterworth, patrón del Alinghi. El equipo suizo ha pasado el invierno navegando en Dubai, en busca de las condiciones meteorológicas más parecidas en el planeta a las que registrará Valencia en junio. Al igual que el Alinghi, la mayoría de equipos ha estrenado también sus embarcaciones. Como el Desafío Español, que ha dado un salto de calidad con su nuevo ESP97.