Carboni: "Lo de Navarro fue defender a un compañero"

Muy descontento por su falta de responsabilidad, el técnico del Valencia, Quique Flores, pidió a los directivos que impusieran una multa a Navarro por su agresión a Burdisso, del Inter, y el grave daño que ha hecho al club: una sanción personal de siete meses en partidos europeos que puede ser extensible por la FIFA a todas las competiciones, 155.772 euros de multa y la imagen valencianista por los suelos. De momento, se le ha abierto un expediente y se estudia el castigo.

Pero, dispuestos a encontrar cualquier excusa para lanzarse los trastos a la cabeza, el director deportivo, Amedeo Carboni, contradijo ayer a Quique al asegurar que "lo que se vio sobre el campo no fue tan grave" y que la multa está en el aire. "Lo hizo para defender a un compañero [Marchena]. El club va a valorar eso mucho", aseguró Carboni como dando validez a la brutal agresión de Navarro porque de por medio estaba un amigo y compañero.

"La sanción de la UEFA es demasiado dura. Es una táctica para demostrar su fuerza. Los jugadores no se merecen esa pena. El club está con Navarro", zanjó Carboni. "Es una lástima estar inhabilitado siete meses por una tontería. En el vestuario se ha hecho alguna broma", comentó Morientes.

El Valencia se reunió ayer con el abogado Juan de Dios Crespo, experto en derecho deportivo internacional y socio y accionista del club, para trazar las líneas de su recurso ante la UEFA. El objetivo es doble: evitar a toda costa que la FIFA extienda el castigo de Navarro a la Liga y rebajar la suspensión de cuatro partidos a Marchena. El primer punto es el que genera más dudas. La acción de Navarro, un suplente que saltó al césped con el encuentro acabado para golpear a Burdisso, apenas tiene defensa. "Y hay antecedentes de sanciones más graves", admitió Carboni.

La defensa, pues, se centra en Marchena. "No hay una agresión física. No pega a nadie, sino que se defiende", argumentó un portavoz del club. "Confiamos en los letrados para reducir las penas", reflexionó Quique. Tanto Navarro como Marchena guardaron silencio a petición del abogado. El Valencia estudia incluso pedir ayuda a Ángel María Villar, el presidente de la Federación Española y vicepresidente de la UEFA y de la FIFA. "En los grandes equipos siempre se tienen más amigos", sugirió Morientes.

El Comité de Apelación se reunirá antes del 4 de abril, día en que jugará contra el Chelsea y, si mantiene la sanción contra Marchena, el Valencia recurrirá ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) para solicitar la suspensión cautelar.

La FIFA recoge en su artículo 143 y siguientes los requisitos para extender la sanción a Navarro a la Liga, como "que haya podido ejercer su derecho a defensa". Navarro, pues, viajará a Nyon para contar por qué rompió la nariz a Burdisso.