El clásico deja dudas

El estupendo clásico del sábado ha dejado algunas huellas contradictorias para los dos gigantes. El Barça se sintió vencedor por sellar un empate con un jugador menos y a última hora. Los azulgrana también festejan la notable mejoría de Eto'o y, sobre todo, la entronización de Messi como goleador. A cambio, sobre el Barça, nuevo líder tras la sorprendente derrota del Sevilla en Tarragona, recaen varias sospechas.

En lo que va de temporada el equipo catalán no ha sido capaz de ganar en las grandes citas, Rijkaard se ha liado de tal forma que su defensa actual es un trapo y Ronaldinho y Deco, pilares indiscutibles del exitoso ciclo azulgrana, están de rebajas. En este fútbol de tránsito que se ha impuesto, cuesta encontrar casos de megaestrellas capaces de sostenerse en la cima más de tres cursos consecutivos en un mismo club. Fue el caso de los últimos galácticos de Chamartín y puede reproducirse en Barcelona. Frente al Madrid, a Deco, un catedrático a la hora de birlar la pelota al contrario, no se le contabilizó una sola recuperación. A Ronaldinho hace tiempo que sólo se le espera a balón parado.

Al contrario que el Barça, el Madrid dejó el Camp Nou con la sensación de haber sido derrotado. El empate no le descarta para el título, aunque tampoco le acerca demasiado, y su posición en la Liga de Campeones está seriamente amenazada. A cinco puntos de la cabeza, sólo tiene dos de ventaja sobre el Atlético -que ayer ganó al Deportivo (2-0)- y el Zaragoza -que empató en Sevilla con el Betis (1-1)-. Al Madrid no le alcanzó con su mejor puesta en escena de la temporada, pero al menos se advirtió por dónde puede pasar su futuro. Nadie echó en falta a los dos grandes pretorianos de Capello, Emerson y Cannavaro. Ni al último Roberto Carlos.

Con Casillas y Guti sobresalientes, el Madrid salió airoso con su equipo más juvenil, lo que hace pensar que la renovación es posible y puede que hasta no demasiado traumática. Salvo, claro está, que la entidad se entregue otra vez a Capello. Hasta entonces, en esta Liga todo puede ocurrir. Nadie tiene el mando. Todos los candidatos tienen dudas, incluido el Valencia, que empató milagrosamente en Pamplona en el último segundo.