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Reportaje:Fútbol 26ª jornada de Liga

Motta, una semana en casa

Rijkaard aparta del equipo a uno de sus futbolistas preferidos para que reflexione tras no ir a entrenarse el jueves

Àngels Piñol

Frank Rijkaard no suele ser muy hablador y menos la víspera de las grandes citas. Pero ayer se preparó uno de los monólogos más largos que se le recuerdan para explicar cuál había sido su decisión sobre Thiago Motta, el jugador italo-brasileño que no compareció en el entrenamiento del jueves. El mediocentro, a quien el club no localizó hasta el mediodía, habló finalmente por la tarde con el holandés sin poder aportar una gran coartada. Con palabras amables y ejerciendo casi de magnánimo tutor, Rijkaard anunció que Motta estará una semana sin entrenar. "No está lesionado ni enfermo. Esto no es un castigo: es por su bien y por el del equipo", aclaró el holandés. "Necesita tiempo para aclarar sus cosas y quiero que regrese con energía nueva".

El técnico casi habló en términos terapéuticos y sostuvo que le había dado ese plazo a Motta para "recuperarse". "Esta situación se da en todo tipo de empresas y también en los equipos de fútbol. No es la primera vez que lo hago: adopté la misma situación con jugadores para que resolvieran sus asuntos personales", dijo crípticamente. "A mi me encanta Motta: es muy buena persona y uno de mis preferidos. Tiene mucho talento y calidad. Las cosas estaban complicadas y no estaba tranquilo", dijo el entrenador, que siempre ha sentido una debilidad por el medio centro a quien ha concedido mil y una oportunidades que no ha podido aprovechar ya fuera por las lesiones o por sanciones derivadas de expulsiones que cortaban su ritmo. Rijkaard reiteró que su decisión era "la mejor solución", lamentó las historias que puedan surgir ahora de Motta y sorprendió al decir: "No es tan fácil como parece ser jugador del Barça".

Sin sanción

Tras no ser titular desde diciembre, Rijkaard desconcertó a todo el mundo cuando eligió a Motta para jugar en el partido de ida ante el Liverpool para ocupar el puesto de pivote, la plaza que le está dando más quebraderos de cabeza esta temporada. La apuesta no funcionó. Y, desde entonces, la situación de Motta ha dado un giro radical porque no fue convocado sucesivamente para las citas de Zaragoza, Sevilla y Anfield, donde el Barça se jugaba buena parte de la temporada. "Me encanta Motta", confesó el holandés por segunda vez, "pero hay que ayudarle si está sufriendo".

Ronaldinho y Deco se incorporaron con retraso al equipo en enero después de las vacaciones de Navidad y no fueron sancionados. En febrero, Eto'o escupió fuego contra Rijkaard y Ronaldinho y tampoco fue multado. Rijkaard no modificará su política de favorecer el diálogo y no aplicar sanciones. "No soy partidario de ellas. Tomo las decisiones por el bien del jugador. Tiene mucho talento y ojalá se recupere lo antes posible. No es un castigo: intento ayudar a un jugador que es nuestro, que es del Barça".

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