Liverpool y Bayern, en alza

Después de una campaña sombría, en la que se descolgó de la lucha por la Liga inglesa a las primeras de cambio, Rafa Benítez ha engrasado la máquina en el momento justo. La autoestima ha vuelto al Liverpool, tercero en la general con 53 puntos, a 16 de distancia del Manchester United. Si los reds voltearon el miércoles el marcador en el Camp Nou (1-2), exprimiendo el desastre físico y moral que generó el fallo de Valdés en el empate de Bellamy, ayer golearon con comodidad al Sheffield United (4-0). Los dos penaltis en la primera mitad, anotados por Fowler, sentenciaron un duelo sin historia en el que también marcaron Hyypia y Gerrard. Benítez dio descanso a Reina, sustituyéndole con Dudek, y no empleó a Xabi Alonso hasta el minuto 74, cuando reemplazó a Gerrard.

Tampoco le fue mal al Manchester United, que aumentó a nueve puntos la renta sobre el Chelsea tras vencer al Fulham (1-2). La sociedad de Giggs y Cristiano Ronaldo resolvió el partido para el cuadro de Alex Ferguson, que lidera la Premier League con 69 puntos. Un gol del punta portugués consumó a dos minutos del final la remontada de los diablos rojos. McBride adelantó al West Ham al cuarto de hora tras beneficiarse de un error colectivo de la zaga del Manchester, que empató por obra de Giggs. El extremo galés sorprendió a Lastuvka en un balón que tomó un efecto envenenado y entró por la escuadra.

Mientras tanto, José Mourinho y Arsène Wenger intercambian piropos antes de la final de la Carling Cup, que hoy enfrenta al Chelsea y el Arsenal. "Wenger no es un gran entrenador porque no ganó la Liga de Campeones", calienta el ambiente Mourinho. "Muchos entrenadores que ganaron la Champions no pueden ser considerados grandes", contraataca el preparador francés, que no alineará a Henry en el Millenium de Cardiff. "Así puedo probar si los talentos tienen capacidad para jugar en la Liga o en la Liga de Campeones", razona Wenger. El Chelsea afrontará la final con todas sus estrellas.

El triunfo del Bayern de Múnich fue más sufrido. Después de su gol postrero en el Bernabéu en la ida de los octavos de final de la Champions, Van Bommel fue de nuevo decisivo en la victoria del Bayern de Múnich sobre el Wolsburgo (2-1). Un gol de penalti de Podolski y uno desde fuera del área del medio holandés, prácticamente desde el mismo sitio que frente al Madrid, dieron los tres puntos al club bávaro ante un rival que ofreció poca resistencia.

Hitzfeld sorprendió dejando en el banquillo a Makaay y apostando por Pizarro y Podolski en el frente de ataque. La actuación del delantero peruano, que provocó un penalti y aportó frescura al Bayern, dio la razón al técnico.

LIGA INGLESA: Charlton, 4; West Ham, 0. Fulham, 1; Manchester United, 2. Liverpool, 4; Sheffield United, 0. Middlesbrough, 2; Reading, 1. Watford, 0; Everton, 3.

LIGA ALEMANA: Bayern Múnich, 2; Wolfsburgo, 1. Bochum, 2; Alemania Aachen, 2. Energie Cottbus, 2; Arminia Bielefeld, 1. Hamburgo, 3; Eintracht Francfort, 1. Hannover, 4; Borussia Dortmund, 2. Mainz, 2; Núremberg, 1.