_
_
_
_
Reportaje:MÚSICA

Un exiliado musical

Compositor reaccionario para la vanguardia musical, Hans Werner Henze ha buscado en la tradición su personal lenguaje musical al que ha dotado de color político con su ideología radical de izquierda que le valió ser declarado persona no grata en España.

Más información
"Soy diferente y eso me hace sentir feliz"

Pese a ser un compositor de éxito desde prácticamente el inicio de su carrera, hace ya seis décadas, y de haber acaparado la atención de los medios de comunicación, no sólo por sus partituras sino también por sus ideas políticas, la música de Hans Werner Henze no ha sido descubierta en España hasta hace apenas una década. "Me están descubriendo ustedes con un cierto retraso. En protesta no voy a responder a sus preguntas durante un minuto", espeta burlonamente el compositor mientras insta a la interlocutora a preguntar a los gestores culturales españoles por el retraso.

Compositor reaccionario para la vanguardia musical surgida en Europa tras la II Guerra Musical, Henze ha sido, sin embargo, un revolucionario en sus ideas políticas. Hijo de un maestro afiliado al partido nazi, su padre le inscribió en las juventudes hitlerianas y en 1944 fue enrolado, a su pesar, en el ejército. Joven sensible, los horrores del nazismo y la guerra exacerbaron su odio hacia el fascismo y cuando las tropas aliadas desembarcaron en junio de 1944 en Normandía abrió una botella de vino para celebrarlo. Todavía recuerda con pesar el impacto emocional que le causó que todo lo que él consideraba bello fuera perseguido y aniquilado por el fascismo.

Tras la guerra acudió como muchos otros jóvenes compositores a los cursos musicales de Darmstadt, donde se forjó la generación de compositores de la segunda mitad del siglo XX -el francés Pierre Boulez y el alemán Karlheinz Stockhausen, entre ellos-, en busca de un camino a seguir. Pero el serialismo, dogma en Darmstadt, no resultó ser la llave que abría la puerta de la libertad que ansiaba, sino una nueva tiranía de la que huyó. Ello y su homosexualidad extremaron su aislamiento social hasta llevarle a un exilio personal y musical en Italia.

Lejos de las diatribas de la nueva música, Henze se empapó en Italia de la tradición musical y empezó a elaborar su personal lenguaje de signo ecléctico fundamentado en las formas clásicas e influido por la tradición vocal italiana. Cree el compositor que el camino para avanzar pasa por aproximarse y superar el pasado. Henze continuó viajando a Alemania para estrenar sus obras mientras sus ideas políticas viraron hacia la izquierda radical, cambio que llenó de ideología sus obras.

Convertido en un activista radical siempre en primera fila de las protestas junto a su amigo y líder estudiantil Rudi Dutschkey, en 1968 abandonó la Academia de las Artes de Berlín Oeste -años antes ya se había opuesto a la creación de la República Federal Alemana por considerar que destacados nazis seguían ocupando puestos de responsabilidad- para incorporarse a la de Berlín Este, donde no tardaron en boicotearlo por su afán renovador. Ese mismo año protagonizó uno de los mayores escándalos musicales de la historia cuando el asalto de la policía a la sala de conciertos impidió el estreno en Hamburgo de su oratorio a la memoria del Che Guevara, La balsa de la medusa, después de que un grupo de estudiantes colocara una bandera roja en el escenario.

Su radical posición de izquierdas y su defensa a ultranza de Fidel Castro y la revolución cubana -"la revolución no se ha perdido, está cambiando en el marco de la presión internacional, pero el mensaje de Castro y sus ideas no morirán", proclama- le valió ser declarado por el régimen franquista como persona no grata. Es por ello que la obra de Hans Werner Henze ha tardado tanto es ser conocida y reconocida en España.

Una escena de 'L'Upupa o el triunfo del amor filial', en el Teatro Real de Madrid.
Una escena de 'L'Upupa o el triunfo del amor filial', en el Teatro Real de Madrid.JAVIER DEL REAL

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_