'Paperback' lleva el arte fuera de las vitrinas en el MARCO de Vigo
Comics, fanzines, periódicos... Todo está ordenadísimo en la sala de exposiciones de la primera planta del Museo de Arte Contemporáneo (MARCO) de Vigo. Pero el desorden llegará muy pronto porque lo que distingue a la muestra Paperback, inaugurada el pasado sábado, es que no hay nada que el visitante no pueda tocar y sobar las veces que quiera. El arte, por una vez, ha salido de las vitrinas.
El impuesto que hay que pagar para conseguir este efecto libertario es que el público se lleva las piezas. "Tienen tanto interés por las obras expuestas...", justifica el director del Centro Galego de Arte Contemporánea (CGAC), Manuel Olveira. En realidad, es difícil resistirse a la tentación de no guardar un recuerdo de una muestra que en el MARCO ha perdido el carácter íntimo que transmitía en Santiago. En Vigo, las piezas "parecen haber adquirido cuerpo físico", admira Olveira.
A su lado, el director del MARCO, Iñaki Martínez Antelo, destaca la importancia de esta muestra, enclavada en el Proyecto Edición que el museo vigués ha puesto en marcha junto al CGAC y la Fundación Luís Seoane de A Coruña. Paperback ofrece un recorrido por un aspecto del arte no demasiado extendido: la edición. El abaratamiento de los costes de edición ha permitido a los artistas recoger en papel cientos de iniciativas, desde pósters a postales pasando por fanzines, periódicos, paredes de papel pintado... Todo es válido para lanzar un mensaje.
Dividida en cinco bloques temáticos, la muestra intenta mostrar el aspecto más cotidiano del arte, rompiendo con la idea de elitismo que encierran las vitrinas. Sólo una obra se guarda bajo llave. Son las piezas de Joan Morey, que, según explica Pilar Cruz, miembro del comisariado de la exposición, no pueden tocarse para defender "su carácter fetichista, ese sentido de fetiche, al que sólo pueden acceder los iniciados". El artista de Vilagarcía Pablo Pérez Cuesta tiene uno de los montajes más espectaculares de Paperback, que devuelve al espectador a aquellos días en que coleccionaba cromos.
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